
Para algunos, fue un triunfo arrollador de Morena que gobernará (con sus aliados en San Luis y Morelos) en 22 de las 32 entidades federativas.
Para otros, fue una bocanada de aire fresco para la alianza opositora al no solo vencer, por casi 20 puntos de diferencia, en Aguascalientes, con Tere Jiménez al frente.

El campanazo vino en Durango, con una estrategia bien definida y ejecutada por los partidos aliados, y un candidato carismático como lo es Esteban Villegas, que alcanzó un amplio triunfo de cerca de 15 puntos porcentuales.
Y, en Tamaulipas, si bien Morena parece haber logrado una apretada victoria, habrá que esperar al cómputo distrital y las impugnaciones que presentará la alianza por las graves anomalías reportadas. No veo, pues, un claro ganador ni perdedor.
Así es la normalidad democrática y los árbitros electorales estuvieron a la altura de las expectativas.
Empero, lo que sí es preocupante es...
...el nivel de abstencionismo que se registró.
