La letra 15 del alfabeto griego: Ómicron
Hace aproximadamente 15 días, la Organización Mundial de Salud (OMS) declaró que la variante del SARS-CoV-2, denominada Ómicron y la cual fue descubierta en Sudáfrica, era una nueva cepa preocupante por haber mostrado un nivel de contagio mayor a la variante Delta, lo que la convirtió en la dominante en una región de dicho país.
Frente a este nuevo desafío, el mundo regresó al establecimiento de medidas de contención y limitación de movilidad, situación que generó descontento por parte de la nación africana, ya que frente a la transparencia, responsabilidad y compromiso con el seguimiento y análisis de la variante, la nación fue estigmatizada y castigada, limitando los viajes y el intercambio comercial, lo que lastima su dinamismo económico.
Ómicron muestra más de 30 variaciones en su secuencia genómica, lo que resulta preocupante por su alta contagiosidad.
Además, existe la preocupación sobre la elusividad que puede mostrar frente a los anticuerpos de personas infectadas con anterioridad y de las vacunas desarrolladas.
Sin embargo, en palabras del asesor estadounidense en epidemiología, el doctor Faucci, señala que dicho comportamiento no pone en gran riesgo los avances y protección alcanzada en las personas que han sido vacunadas.
Especialistas mexicanos han señalado que la variante Ómicron, de la cual aún se desconoce su comportamiento y efectividad, muestra un mayor nivel de contagio, ya que si bien el virus original mostraba un nivel de contagio de dos personas, la Delta hasta nueve personas, la variante Ómicron puede contagiar hasta 20 personas.
Los datos ponían en alarma a los sistemas de salud, ya que más allá de que la letalidad no haya variado, sí resulta preocupante que este nivel de expansión se realice sin control y sature de nueva cuenta los hospitales, lo que limitaría la capacidad de respuesta del personal médico.
Si las vacunas continúan aplicándose con mayor velocidad y Ómicron no muestra un comportamiento que ponga en riesgo las medidas de protección alcanzadas, es probable que dicha variante pueda poner fin a la pandemia, ya que al mostrar este nivel de contagio y desplazar a las otras variantes sin poner en mayor riesgo a quienes se ven infectados generaría las defensas necesarias y de adaptación en el ser humano.
No obstante, es necesario destacar que la aparición de esta variante es resultado de la distribución inequitativa de las vacunas, países desarrollados como Estados Unidos o Inglaterra protegieron a su población, derivando en una concentración de vacunas, lo que al contar con limitados centros de producción hizo que la aplicación de este biológico se privilegiara a los países desarrollados, sin embargo, esta concentración de vacunas, en detrimento de países pobres permitió que el virus mutara y pretendiera adaptarse de mejor forma para seguir atacando.
Ello pone de relieve que la sociedad en su conjunto debe idear nuevas formas de cooperación y solidaridad para enfrentar estos retos sanitarios.
Se requiere de la cooperación de todos y no sólo su sacrificio, la contingencia sanitaria como crisis suele demandar compromisos y decisiones colectivas.
En nuestros días, las vacunas rusas Sputnik-V y Sputnik Light han demostrado ser altamente efectivas contra todas las variantes de SARS-CoV-2 conocidas hasta la fecha. El Instituto Gamaleya cree que tanto Sputnik V como Sputnik Light neutralizarán la última variante de ómicron y ha comenzado los estudios necesarios para comprobarlo.
No obstante, el Instituto Gamaleya inició el desarrollo de la nueva versión de la vacuna Sputnik adaptada a Ómicron. En el caso de que se necesite tal modificación, la nueva versión de Sputnik Ómicron puede estar lista para la producción a gran escala en 45 días. Y se podrán proporcionar varios cientos de millones de refuerzos Sputnik Ómicron a los mercados internacionales para el 20 de febrero de 2022.
Como parte de las buenas noticias para cierre de este año, investigadores de la Universidad de Oxford analizaron el impacto de la variante Ómicron en una de las respuestas inmunitarias generadas por la vacunación.
Utilizando muestras de sangre de personas que habían recibido previamente dos dosis de las vacunas Oxford-AstraZeneca o Pfizer-BioNTech como parte del estudio Com-COV, y un aislado de virus vivos, demuestran una disminución sustancial en los títulos neutralizantes, una medida del nivel de anticuerpos neutralizantes generados en las respuestas a la vacunación o infección por COVID_19, lo que da esperanza de que la variante Ómicron pueda ser neutralizada también con ambos biológicos.
Pero la esperanza crece, Pfizer informó del análisis de resultados de su píldora contra Coronavirus, el cual revela una eficacia cerna al 90% en la prevención de hospitalizaciones y muertes en pacientes de alto riesgo, además que los datos de laboratorios recientes, sugieren que el fármaco conserva su eficacia contra la variante ómicron.