Las dos caras de la moneda
Comentó una vez la Dra. Silvia Giorguli, demógrafa y socióloga del Colegio de México, en un artículo en el periódico El Norte, que la oportunidad del bono demográfico (un mayor número de personas en edad de trabajar del total de la población) desde principios de este siglo, se está acabando; pronto entraremos a una etapa de mayor envejecimiento de la población, no sólo en México, sino a nivel mundial, lo que requerirá mayores recursos, atención y cuidados de los adultos mayores.
En Canadá, por ejemplo, en el 2015 uno de cada siete canadienses tenía 65 años de edad o más; sin embargo, en el 2036 se estima que serán uno de cada cuatro.
Según la organización “Family Caregiver Alliance” (FCA, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos el envejecimiento de la población de más de 65 años será el doble para el 2030.
Para el 2050, el número de personas maduras que utilizan servicios remunerados y cuidados de largo plazo se verá de nuevo duplicado.
Por los avances tecnológicos y en salud tendremos una mayor esperanza de vida, pero eso es ver nada más una cara de la moneda.
¿De qué serviría vivir más si no se tiene calidad de vida?
La otra cara de la moneda nos dice que no hemos considerado las implicaciones que eso conlleva: más alimentos, agua, educación, casas, puentes, carreteras, contaminación, mayores pensiones y muchos otros factores como el cuidado de los adultos mayores.
México no es ajeno a esta situación, después de que se agote el bono demográfico en unos años más (al 2030, aproximadamente), ¿qué va a pasar?
Contamos con cinco buenos ejemplos con el ISSSTE, IMSS, PEMEX, CFE y los maestros (por nombrar los más importantes):
El pago de sus pensiones al paso del tiempo irá elevando el monto de lo requerido porque el país está envejeciendo y debilitará a las empresas al hacerlas menos productivas y competitivas.
Las empresas, por su parte, tendrían que considerar que aumentan los costos en primas de seguros y gastos médicos para los ejecutivos, pues los empleados y obreros acuden al IMSS.
Las aseguradoras también deben considerar que aumentaría el índice de siniestralidad por cuestiones médicas.
Hemos crecido económicamente a una tasa inferior al crecimiento de la población,
¿En dónde sí crecimos más al 2022? EN POBREZA Y DESIGUALDAD
Fue en la cantidad de personas en situación de pobreza y en desigualdad, no sólo económica, sino también en su calidad de vida respecto a alimentación, salud, educación, medio ambiente y cultura.
Cuando el periodista Andrés Oppeheimer brinda conferencias en las universidades estadounidenses, los alumnos le hacen frecuentemente esta pregunta: ¿qué carreras tienen mayor futuro?
Oppenheimer les contesta que, sin duda, son las profesiones que tienen que ver con los adultos mayores, pero no necesariamente implicados directamente en la salud (como doctores, enfermeras o terapistas), sino bioingenieros(as), nanotecnólogos, financieros que diseñen, operen y fondeen aparatos que sean accesibles para todos, pero también comunicadores y cuidadores formales y familiares (informales).
No todo son malas noticias:
Contamos con una gran ventaja competitiva en infraestructura médica y con buenos cuidadores formales (doctores, enfermeras y terapistas), gente egresada de universidades locales prestigiadas y convenios con instituciones médicas internacionales.
También contamos con equipos de alta tecnología, gente capacitada y una situación geográfica privilegiada para fomentar el turismo médico como se intenta hacer desde hace unos años para Nuevo León y su cluster de salud (como, por ejemplo, con el programa "Turismo Médico de Punta a Punta" en el Gobierno de Jaime Rodríguez).
Sin embargo, hay que considerar que se necesitarán más cuidadores informales capacitados y otros servicios adicionales que apoyen a este tipo de turismo.
Otra buena noticia es que las empresas contarían con un mercado alternativo y complementario a lo que están produciendo actualmente.
Las oportunidades y proyecciones que soportan estas aseveraciones ahí están.
Ahora...
...¿Qué decisión tomaremos? y lo más importante:
¿Qué haremos cuando envejezca más la población en México?
Tendremos que prepararnos como cuidadores.