
Pero con todo, AMLO es un maestro de la tenebra política.
Contrario al relicario de la grilla mexicana, en este sexenio, que, para pesar de muchos, apenas va a la mitad, se puede decir que aparentemente no hay tapados, y sí hay muchos dedos levantados pidiendo ser los ungidos para suceder a López en la presidencia en las próximas elecciones del 2024…

Si es que el de la Macuspana no cambia de parecer y decide que el pueblo le va a pedir quedarse.
Ríos de tinta han corrido ya en torno a la figura de los inefables Claudia Sheimbaum, Marcelo Ebrard, últimamente, Adán Augusto López Hernández o el zacatecano nacionalizado chilango, Ricardo Monreal Ávila, como los posibles ungidos…
Y aunque Fernández Noroña lo dijo a principios del sexenio, y declaró que le gustaría suceder a López, ya no ha tocado el tema, quizá porque le ordenaron disciplinarse.
Pero Fernández Noroña tiene el perfil correcto para ser sucesor de López:
es abyecto, servil y arrastrado…
Lo cual garantizaría que López podría irse dentro de 3 años a dormir el sueño de los justos a su rancho en Tabasco.