Svalbard, el lugar donde no se puede nacer ni morir
Svalbard, Noruega.-
Conocido por sus paisajes helados y su fauna salvaje, en particular los osos polares, Svalbard tiene una serie de peculiaridades que lo hacen único en el mundo.
Entre ellas, una de las más sorprendentes es la prohibición de nacer y morir en su territorio.
Este hecho, que parece sacado de un relato de ciencia ficción, tiene razones muy específicas, relacionadas principalmente con el frío extremo y los riesgos para la salud y seguridad de sus habitantes.
Svalbard es un lugar donde la vida humana ha logrado adaptarse a condiciones extremas, con temperaturas que en invierno pueden llegar hasta los -30°C.
Este mismo clima impone límites sobre lo que se puede hacer en la isla, incluido algo tan fundamental como dar a luz o morir.
Debido al intenso frío, los cuerpos enterrados en Svalbard no se descomponen.
El permafrost, la capa de suelo permanentemente congelada, impide que los microorganismos responsables de la descomposición actúen con normalidad.
Los cuerpos permanecen prácticamente intactos por años, lo que representa un problema para la salud pública.
De hecho, algunos estudios han encontrado que cuerpos enterrados en Svalbard a principios del siglo XX, víctimas de la gripe española, aún contenían rastros del virus, lo que implicaba un riesgo de contagio.
Los cuerpos en descomposición podrían atraer a depredadores locales como los osos polares, que son comunes en la región y siempre están en búsqueda de alimento.
La presencia de cadáveres podría atraer a los osos, que superan el número a los humanos en algunas partes del archipiélago, poniendo en peligro tanto a los vivos, como a los muertos.
Para evitar estos riesgos, las autoridades locales implementaron una medida drástica:
En Svalbard, no se permite ni el nacimiento ni la muerte de sus habitantes
Las mujeres embarazadas son trasladadas al continente noruego en las semanas previas al parto, donde reciben la atención médica adecuada para dar a luz.
Los habitantes gravemente enfermos o de edad avanzada son evacuados de la isla para recibir atención.
El cementerio local de Longyearbyen, la principal ciudad de Svalbard, dejó de enterrar cuerpos hace casi 70 años, precisamente debido a la incapacidad del suelo para descomponerlos.
Aunque aún se conserva como un sitio histórico, no se realizan nuevos entierros en la isla.
Los osos polares en Svalbard son una de las mayores atracciones para los visitantes, pero también son una amenaza que requiere precauciones extremas.
Las autoridades recomiendan que todos los habitantes y turistas lleven consigo armas de fuego para defenderse en caso de un encuentro inesperado con estos gigantes osos.
La prohibición de la muerte y el nacimiento en la isla es una consecuencia directa de la combinación de un clima extremo.