En los primeros dos artículos de “LA OTRA DISCAPACIDAD”,&nbsp;les describí y ejemplifiqué&nbsp;con palabras y fotos mi primer padecimiento porque creo firmemente en la congruencia.

"Prefiero ser criticado por hacer algo que aunque "fracase" (yo le llamaría intentos), que no ser criticado por no hacer nada". - Anónimo 

Recuerden, la ACTITUD con la que enfrentemos los obstáculos en la vida determinará los resultados (cosechas lo que siembras).

Te recomendamos:

En este tercer artículo, quiero hablar brevemente de mi segundo gran evento médico: mi infarto.

<h6 class="subtitle underlined">Este evento marcó mi vida y deseo hablarles sobre la actitud para enfrentar los retos de la vida pero no quiero dejar pasar esta oportunidad.</h6>

Si les platicara ampliamente sobre este segundo evento, necesitaría mucho espacio y sería muy aburrido para ustedes.

No voy a describirles mi padecimiento y lo que vivimos -especialmente Sofía, mi hija- pero fue muy estresante, hubo miedo y mucha angustia.

Quiero ofrecer un agradecimiento al doctor Manuel&nbsp;Fong Ponce (mi cardiólogo) y al Dr. Javier Izordia Martínez (mi nefrólogo) por darme otra oportunidad de vida, y muy especialmente a mis CUIDADORES estrellas: mi hija Sofía,&nbsp;que además tomó decisiones muy maduras y difíciles y mi yerno Julíán.

<h6 class="subtitle underlined">¡GRACIAS, pero MUCHAS GRACIAS! Reconozco que soy una persona muy difícil de cuidar y más con medicamentos, bien dopado, hay tantas anécdotas que llenaría este espacio y más.</h6>

Son muchas las personas que intervinieron y que me brindaron un medio ambiente favorable para mi recuperación. Les quiero dar las gracias a todos, los tengo guardados en el corazón porque estuvieron al tanto de mi familia;&nbsp;son tantas que no quisiera omitir a ninguna.

&nbsp;Además, ya contaba con la experiencia anterior de mi derrame,&nbsp;no fue tanto el aprendizaje a base de prueba y error;&nbsp;afortunadamente ya contaba con una guía y me confirmó la necesidad del proyecto para <a href="https://www.facebook.com/search/top?q=cuidadoresmx">CUIDADORES</a> en el que he trabajado por años.

<h5 class="handdrawn subtitle">No deseo aburrirlos, ahora cambio al tema que es el motivo principal de esta serie de&nbsp;tres artículos.</h5>

Clint Eastwood, un día antes de cumplir 87 años, fue a jugar golf con Toby Keith,&nbsp;cantante de música country.

Toby le preguntó: ¿Qué harás mañana en tu cumpleaños?, a lo que Clint contestó: "mañana comienzo a rodar una película".

Toby Keith no lo podía creer e hizo una canción que plasmó en el video (subtitulado al español) titulado “NO PERMITAS&nbsp; ENTRAR AL VIEJO”. Amigo lector(a),&nbsp; lo puede ver dándole un click enseguida:

Cuando ví el video, pensé que la actitud que tenía&nbsp;Clint Eastwood debería copiarla mucha gente;&nbsp;sin saberlo, yo hice algo parecido hace 31 años:

<h4 class="subtitle">No dejé entrar la invalidez.</h4>

Como le mencioné en los dos artículos anteriores, en esta tercera clase de discapacidad no importa que la persona tenga todas sus facultades si es es un “inválido”, un dependiente y una carga para la familia y la sociedad.

¿Qué hubiera pasado si en mi vida yo me quedo en mi zona de confort y no hago nada? Seguiría con poca movilidad, dependiente y dando lástima.

No permitan que comentarios de otras personas ni obstáculos los limiten, aunque a veces sean&nbsp;muy difíciles. Planeen su vida, tengan objetivos, sean proactivos para lograr esos objetivos.

A continuación le muestro una foto de una persona que me impactó y es un ejemplo por su su esfuerzo, aunque su contribución sea mínima para la magnitud del evento, sin embargo,&nbsp;su actitud es contagiosa;&nbsp;varias personas lo consideran un inválido, ella pero es un ejemplo de ACTITUD.

<h4 class="subtitle">¿Él no dejó entrar la invalidez? ¿Consideraría a esta persona como un inválido?&nbsp;&nbsp;&nbsp;</h4>

Él cuenta la discapacidad&nbsp;física como yo, pero no lo vean así: véanlo como un disminuído en sus facultades físicas.

<h6 class="subtitle underlined">Esta tercera discapacidad es la más perjudicial y limitante de todas, son las personas que tienen la actitud&nbsp;discapacitada, aunque posean todas sus capacidades intactas, físicas o mentales.</h6>

Él tiene una disminución de sus facultades físicas, sin embargo, de ninguna manera&nbsp;tiene la ACTITUD DISCAPACITADA.

Hay que ser de pocas palabras y mostrar muchos hechos, en síntesis: ser proactivos y congruentes.

Opinión

La otra discapacidad, parte tres

En el artículo anterior,&nbsp;les comenté la importancia de tener una buena actitud para tener logros a pesar de la adversidad;&nbsp;debemos ser proactivos, no esperar pasivamente a que otros nos resuelvan nuestros “males” y además, dar reconocimiento a la importancia de los&nbsp;CUIDADORES, sobre todo los no profesionales de la salud.

<h6 class="subtitle underlined">Les quiero comentar muy brevemente algunas cosas sobre los dos eventos médicos para ejemplificar esta tercera clase de discapacidad.</h6>

Al principio, me deprimí por los comentarios negativos que recibí y sobre el sombrío futuro que me esperaba.&nbsp;Necesitaría ser proactivo para lograr una mejor calidad de vida y&nbsp;tratar de no depender de nada ni de nadie a pesar de la fuerte corriente en contra que enfrentaría; necesitaría evitar a toda costa ser una carga para mi familia y la sociedad.

Desde un inicio e inconscientemente, no he permitido dejar entrar a&nbsp;"La otra discapacidad", como después me enteré que lo hizo&nbsp; Clint Eastwood, al&nbsp;no permitir dejar entrar al hombre viejo (incapaz, “achacoso” y gruñón).&nbsp;

<h4 class="subtitle">Este cambio de vida y aceptar la nueva realidad, considero que fue mi mayor error.</h4>

Tardé 28 años en aceptarlo, mi salud se vió mermada, no tengo la misma fuerza, ni equilibrio, no he tenido trabajo formal por 30 años, ni tengo los ingresos que tenía antes, no hablo bien y tengo otras más limitaciones.&nbsp;

Los dos eventos que tuve, me confirmaron la importancia de los CUIDADORES y en hacerlos ”visibles”, los no profesionales de la salud y&nbsp;la recuperación de personas o en mejorarles su calidad de vida.

Como les comenté anteriormente,&nbsp;hace año y medio sufrí un infarto al corazón que de eso les hablaré brevemente en el último artículo.

También les quiero comentar que la recuperación fue más rápida y más fácil porque ya contaba con experiencia y una guía para mi recuperación, sin embargo, para mis CUIDADORES estrella, mi hija Sofía y mi yerno Julián que les resultó muy difícil a ellos y 2 veces tuvieron que tomar decisiones de vida o muerte.

<h6 class="subtitle underlined">Estos dos eventos han hecho que tenga una visión totalmente diferente de mi vida, además me gusta cómo los identifican los españoles:&nbsp;personas disminuidas porque somos personas que contamos con afectaciones físicas solamente.&nbsp;</h6>

En fin, estos son ejemplos míos,&nbsp;sin embargo, ustedes pueden vivir cosas muy diferentes y si algo he aprendido durante estos años, es que cada persona es diferente y que los síntomas y las secuelas son también muy diferentes, ¡identifíquelos! y tomen las acciones necesarias, estén capacitados o discapacitados.

<h4 class="subtitle">Recuerden, la ACTITUD con la que enfrentemos los obstáculos en la vida determinará los resultados (cosechas lo que siembras).</h4>

<h5 class="handdrawn subtitle">Cambiando un poco de tema pero no menos importante:</h5>

Siempre he creído en la congruencia:&nbsp;los hechos son la mejor forma de hablar en cualquier ámbito de la vida.&nbsp;

¿Por qué considero importante la congruencia? ¿Qué pensaría usted si llegara Alí Babá y le hablara de honestidad y trabajo? ¿sería creíble o serían palabras huecas? Todos merecemos una segunda oportunidad, sin embargo, es una decisión de alto riesgo y debemos darles un seguimiento constante.

Desde mi infancia,&nbsp;la natación me ha brindado primeros lugares. Mi equipo resultó campeón en la primera temporada de fútbol americano infantil&nbsp;(categoría ardillas) cuando contaba con 11 años, además he obtenido otros logros deportivos.

En mi vida laboral me he titulado, capacitado, he obtenido reconocimientos, licencias y diplomas que han hecho que destaqué en múltiples disciplinas, pero mi mayor trofeo es este:

Como pueden observar en la foto anterior, son de unos tenis feos, viejos y rotos&nbsp;pero para mí son muy valiosos;&nbsp;yo conozco la historia detrás de ellos, hay mucho esfuerzo, perseverancia, disciplina, trabajar con dolor, coraje, mucha paciencia y años.&nbsp;

No ha sido nada fácil, sin embargo, en mi cumpleaños número 24 de mi derrame, a mis 59 años, comencé a festejar dándole gracias a Dios porque había recibido el mejor regalo, estaba vivo y bien “física” y mentalmente (como lo hago todos los días).

<h4 class="subtitle">Me costó mucho llegar hasta el día hoy&nbsp;pero el premio lo ameritaba, y después de dar gracias, comencé el día nadando, un km (con testigos) y después mi pastel.</h4>

Como les comenté, al principio me sentía muy deprimido pero me ha tocado observar a otras personas que tienen circunstancias más difíciles que las mías e hicieron que cambiara mi punto de vista, ¿por qué quejarme? En cambio, veo que soy muy afortunado.

Lao Tse, filósofo chino, maestro de Confucio comentó:&nbsp;“Un viaje de mil kilómetros comienza con el primer paso”&nbsp;.&nbsp;Yo añadiría a su comentario:

<h6 class="subtitle underlined">El paso más importante es el primero, decidir cambiar,enfrentarme a la incertidumbre, salir de mi zona de confort y el conformismo a pesar de la fuerte corriente en contra.</h6>

<h5 class="handdrawn subtitle">Estimados lectores, ¿qué hubiera pasado si no hago el intento?</h5>

Piensen la vida que llevaría, ahora pregúntense ustedes, ¿qué pasaría si en mi vida&nbsp;yo me quedo en mi zona de confort y no hago nada?.

<a href="https://www.facebook.com/cuidadoresmx/">Visita CUIDADORES en Facebook.</a>

Esta es una muy breve historia de mi primer gran cambio y la actitud que asumí para enfrentar este obstáculo, en el próximo artículo les comentaré sobre el infarto.

Estén conscientes que&nbsp;a partir de hoy, serán totalmente diferentes, tendrán una nueva vida&nbsp;si tuvieron un evento que les cambió la vida. Si quieren hacer lo mismo, se van deprimir porque querrán obtener los mismos resultados y en el mismo tiempo. Si lo hacen así, solo obtendrán una gran desilusión.&nbsp;&nbsp;

<h6 class="subtitle underlined">Hagan esta pregunta, ¿qué hubiera pasado si no hago los ajustes necesarios para mejorar mi calidad de vida, mi futuro depende de ello?</h6>

Ustedes tienen motivos para mejorar, es tiempo de que se decidan&nbsp;qué hay que cambiar y qué camino quieren seguir.

<h4 class="subtitle">FE DE ERRATAS:&nbsp;</h4>

No visualicé el error en el primer artículo, en realidad fueron 30 años desde mi derrame en el cerebelo, no es relevante para los artículos, sin embargo, quería aclarar el punto.

La otra discapacidad, parte dos

Hace ya casi 35 años tuve un accidente cerebro-vascular que cambió la dirección y expectativas de mi vida&nbsp;y experimenté nuevas vivencias que cambiaron radicalmente la visión original del proyecto de vida.&nbsp;

Estuve en coma conectado a un respirador artificial, cuadripléjico (no podía mover ni mi boca), sin embargo, no podía quedarme pasivamente sin hacer nada y esperar que todo mejorará.

Sabía que me costaría mucho tiempo (tenía todo el tiempo) y mucho esfuerzo el recuperarme.&nbsp;Haría el esfuerzo 6 meses y evaluaría los resultados porque el premio lo valía, perseveraría en buscar mi tan añorada libertad, tanto física como económica (en eso me encuentro actualmente);&nbsp;también busco depender lo mínimo de alguien o de algo.

<h5 class="handdrawn subtitle">¿INVÁLIDO?</h5>

Aprendí a caminar en tres ocasiones, de bebé como todos, después de mi derrame y después del infarto;&nbsp;hoy hasta escalo montañas.

Aprendí a escribir e hice un libro (que no se vendió pero se hizo el intento). 

Aprendí a respirar para poder hablar y he hablado en público, hago presentaciones de mi proyecto sobre CUIDADORES y hasta hice un PODCAST para El Grupo La Visión para el mercado hispano en Atlanta, EE.UU.

&nbsp;

Reconozco que en un principio me daba pena porque no hablo bien, a veces ni yo me entiendo, sin embargo, me enseñaron que la persona valía por ser, no por tener y tuve ejemplos muy valiosos&nbsp;de&nbsp;mis familiares donde ellos&nbsp;hablaron con hechos, fueron congruentes;&nbsp;también no hablo bien pero ahora no considero que sea un limitante, se que me tomará más esfuerzo, lo reconozco, sin embargo, he hablado y quiero seguir hablando con hechos.

<h4 class="subtitle">Mencioné lo anterior porque me da autoridad moral para respaldar lo escrito en este artículo.</h4>

Regresando al tema de este artículo.

Tenía pocos meses de mi&nbsp;derrame y un “amigo” me hizo unos comentarios muy negativos pero me ubicó en mi nueva realidad. En ese momento comprendí que tenía “de dos sopas”:&nbsp;de fideos y jodeos; sin embargo, la de fideos se había terminado, quería tener de nuevo mi libertad&nbsp;y aunado a ello, no quería ser una “carga” para mi familia y mis CUIDADORES:

<h4 class="subtitle">Quería vivir como un ser libre, lo menos dependiente posible.</h4>

¿Cómo debo reaccionar ante ellos? ¿o me quiebro, me deprimo y&nbsp;acepto ser una carga y vergüenza para mi familia?&nbsp;¿o los enfrentó con una actitud positiva y de reto?.

<h4 class="subtitle">Decidí&nbsp;tomar la segunda alternativa: enfrentarme a los obstáculos.</h4>

Reconocí que serían muchos obstáculos en el trayecto a mi recuperación, pero el premio lo ameritaba y si así no lo hiciera, toda mi vida me lo estaría reclamando porque "el hubiera no existe”. Tendría que ser paciente y tenaz, no claudicar a pesar de enfrentar la adversidad, tener disciplina y perseverancia, además sería dar pasos pequeños, pero constantes, tendría que tener&nbsp; metas en el corto, mediano y largo plazo.

Después de ello recibí otra noticia devastadora: no volvería a caminar si no apoyaba mi cuerpo con aparatos ortopédicos y usaba bastón.&nbsp;

Repito, fue devastadora para mí porque todas las&nbsp;ilusiones que había construído, ahora se derrumbaban.

Fui&nbsp;afortunado.&nbsp;He tenido muchos y muy buenos médicos, como el Dr. Ricardo Rangel Guerra (QEPD) y su equipo de cirujanos, los Dres. Tijerina, José Horacio y José Humberto (QEPD).&nbsp;

Los doctores me salvaron la vida y también he tenido buenos CUIDADORES (profesionales y no profesionales), sobre todo mi ex-esposa Yolanda, familiares, amigos, vecinos pero quiero destacar al Lic. Arnoldo Téllez López.

<h6 class="subtitle underlined">Él&nbsp;me puso de pie de nuevo, me levanto y me dió ánimos para seguir luchando, le estoy profundamente agradecido y fue parte importante para mi medio ambiente favorable para mi recuperación.</h6>

Los mencionó en forma general porque no quiero&nbsp; omitir a ninguno de ellos.

<h5 class="handdrawn subtitle">Una anécdota que les quiero compartir y que ejemplifica mi punto en este artículo:&nbsp;</h5>

Hace 20 años, después de mi derrame en el cerebelo, fui&nbsp;a un rancho que tenía unas montañas muy bonitas y le comenté a un amigo (que tenía sobrepeso): “vamos a llevar a nuestros hijos a escalar a esa montaña” y me comentó:&nbsp;"llévalos tú",

En ese momento me sentí orgulloso de que una persona “normal” con todas las capacidades físicas “se me rajó”. Me tomó como un año y medio aprender a caminar sin ayuda de personas o aparatos de apoyo, sin embargo, en ese&nbsp;momento me sentí muy orgulloso.

&nbsp;

Hace un año, sufrí un infarto que confirmó todas mis experiencias y aprendizajes, sin embargo, tenía&nbsp;una mejor guía para mi recuperación, además contaba con CUIDADORES de lujo:&nbsp;mi hija Sofía y de mi yerno Julián, así como&nbsp;muchas personas más que me brindaron su apoyo.

En un artículo posterior les hablaré de ello.

A diferencia de mi derrame en el cerebelo, viví una buena parte de mi recuperación lúcido. Comprendí los sentimientos, miedos y angustias que sufrían mis CUIDADORES, además experimenté casi todo el drama que se gestaba a mí alrededor (familiar, económico, social y legal).&nbsp;

Vi&nbsp;como mis CUIDADORES estaban desamparados y confirmé la necesidad de la asociación que estoy creando:&nbsp;CUIDADORES.mx&nbsp;

Esos repentinos cambios de vida me han enseñado que hay tres clases de personas con discapacidad:&nbsp;las dos primeras discapacidades, tanto la física como la mental, se pueden dar por nacimiento, un accidente o por una enfermedad, pero NO es nuestra culpa nuestra; sin embargo, la tercera sí lo es.

<h4 class="subtitle">Esta tercera discapacidad es la más perjudicial y limitante de todas: son las personas que tienen la actitud discapacitante.</h4>

¿Cuántas personas conoce usted que han tenido buena alimentación, salud, educación, estatus social y no se dan cuenta de lo afortunados&nbsp;que son?&nbsp;Son muy negativos y hasta tóxicos, todo no se puede o es muy difícil, no tienen dinero, todo les duele y más obstáculos.&nbsp;

En resumen, tuvieron buenas oportunidades en su vida, sin embargo,&nbsp;todo es muy difícil, no intentan nada, unos verdaderos “Pitufos Gargamanes”. Como decía una persona mayor a su pareja ya fallecida:&nbsp;"habla tu hermana y escurre sangre por el cable del teléfono".

&nbsp;

En cambio, hay muchos buenos ejemplos de Personas Con Discapacidad (PCD) física o&nbsp;mental, personas con todas sus facultades que son un buen ejemplo, con una actitud positiva como algunos de ellos(as) que me tocó convivir, como los son los atletas paralímpicos.

He tenido la fortuna de convivir con mucha gente maravillosa&nbsp;en mi vida y en el Centro Estatal Paralímpico de Alto Rendimiento del DIF de San Pedro (CEPAR) desde hace 12 años. CUIDADORES, el médico, terapistas como personal administrativo, les mando un fuerte abrazo, ustedes han sido parte importante de ese ecosistema favorable para mi recuperación.

<h4 class="subtitle">Buen comienzo, difícil pero seguiré avanzado...</h4>

Prefiero ser criticado por hacer algo que aunque "fracase" (yo le llamaría intentos), que no ser criticado por no hacer nada. 

Rogelio Hernández Fidalgo

La otra discapacidad, parte tres

La otra discapacidad, parte dos

La otra discapacidad