Claudia Sheinbaum un estilo diferente de gobernar

Ernesto Cerda DETONA: Los estilos de gobernar son una construcción dialéctica para comprender un problema determinado y organiza datos y experiencias de su mundo, lo dinámico y lo estático, lo posible y lo probable...
La definición de estilo es:

Modo, manera, forma de comportamiento.

Cuando utilizamos la palabra estilo en diferentes ámbitos de nuestra vida solemos referirnos al modo o manera que tiene una persona en su forma de vestir, de hablar, de relacionarse.

En definitiva, de ser, actuar, sentir, saber y comportarse.

El estilo organiza la conducta y se refiere a las distintas maneras en que las personas perciben la realidad de su entorno, procesan la información que obtienen mediante esa percepción, la almacenan en su memoria, la recuerdan y piensan sobre ella y actúan con sentido adaptativo.

Los estilos de gobernar son una construcción dialéctica para comprender un problema determinado y organiza datos y experiencias de su mundo, lo dinámico y lo estático, lo posible y lo probable etcétera, que se integran en un ámbito la personalidad y la inteligencia emocional, que es una forma de la conducta característico de cada persona; así como también la creatividad, para resolver conflictos que se dan en el campo ciertamente fascinante y complejo, del ejercicio del poder.

La personalidad es una combinación única de patrones de pensamiento, sentimiento y comportamiento que define a un individuo y lo distingue de los clasificar y entender estos patrones.

El estilo está relacionado con el comportamiento, porque actuamos de manera diversa.

A lo largo de los años, los psicólogos han desarrollado diferentes teorías y modelos para clasificar y entender estos patrones:

  • Resilentes, Innovadores, lógicos y reservados
  • Detallistas, realistas, eficaces y eficientes.

La personalidad es uno de los componentes que definen el estilo de un político.

Son mujeres y hombres forjados en el poder y contrapoder, que consiste en una dura y prolongada sagacidad a través de tenaces resistencias, para las que se requiere, al mismo tiempo, pasión y sensatez así lo prueba la historia, que en este mundo no se consigue nunca lo posible si no se intenta lo imposible una y otra vez y una vez conseguido el poder para mantenerlo, para lo que hace falta es poseer una fuerte personalidad; pero, también, ser capaz de concretar en ella principios y convicciones fácilmente reconocibles por todos.

Eso es lo que solemos llamar valores y que se dejan ver incluso cuando tal personalidad fuerte no puede ser confirmada.

Incluso aquellos que no son ni lo uno ni lo otro han de armarse desde ahora de esa fortaleza de ánimo que permite soportar la destrucción de todas las esperanzas, si no quieren resultar incapaces de realizar incluso lo que hoy es posible.

Sólo quien está seguro de no quebrarse cuando, desde su punto de vista, el mundo se encuentra demasiado corrupto o demasiado abyecto y sólo quien frente a todo esto es capaz de responder con un solo un humano, puede construir el futuro solo si tiene “vocación” para la política.

ALGUNOS CUESTIONAN
¿El liderazgo tiene género?

La historia de la humanidad se rige no solo por los imperativos biológicos, sino también por los históricos, ideológicos, sociales y culturales.

Los roles de conducta, sociales, políticos, estéticos e incluso sexoafectivos que tradicionalmente se han asociado con la idea de ser hombre o ser mujer son distintos y no provienen de la naturaleza, sino de la cultura.

¿Qué diferencia hay entre el liderazgo femenino y masculino?

Si nos centramos en los estereotipos, nos encontramos con que:

Los Hombres: se identifican con rasgos de racionalidad, acción, competitividad, independencia, luchadores.

Las Mujeres:

Se identifican con la Emocionalidad, el trabajo en equipo, las relaciones, la Humanidad, empatía y comunicación.

De una memoria excepcional para fechas de acontecimientos y hay una temática de que la mujer ha desarrollado más sus habilidades sociales y la empatía en su papel de madres y que son capaces de procesar múltiples estímulos simultáneos de mejor manera.

Sin dejar de considerar que:

El cerebro humano se modifica según las experiencias, por lo que las personas pueden aprender y desarrollar cualquier habilidad.

Sheinbaum: Un nuevo estilo diferente de gobernar, pero con convicción del proyecto. 
  • Ser diferente significa que destacas, lo cual es bueno en un mundo en el que todos intentan integrarse.
  • Significa que eres interesante porque eres diferente.
  • Significa que estás menos limitado por lo que es cómodo, que sin olvidar tus convicciones puedes explorar nuevos terrenos y que no tienes miedo de las cosas porque no las conoces.
  • Significa que cada persona crea su propio sentido del mundo basada en su historia de vida, que es única, irrepetible.

Nos diferenciamos de los otros por nuestra forma de ser, por nuestro físico, expresiones, cultura. acciones y costumbres, y por supuesto, porque pensamos diferente.

Estamos ante un hecho inédito.

El poder de gobernar recae en una mujer. 

Quizá al principio sienta dudas sobre su capacidad de gestionar ese poder, pero rápidamente le aparece el grupo de incondicionales que le reconocen su valía, precisamente por el poder que ostenta.

Que, al Sentir la banda presidencial en el pecho, adquieres los poderes institucionales y meta institucionales que el poder le brinda.

¿Cuál de las praxis de políticas públicas seguirá la Presidenta?

Los enfoques de: la teoría de élites, la teoría de grupos, la teoría de sistemas políticos y el institucionalismo, el análisis de resultados de políticas, la teoría incremental y la teoría de la elección racional, que se ocupan principalmente de la formulación de políticas públicas como un proceso.

Factores de riesgo:

David Owen estudió durante siete años el cerebro de los líderes políticos y concluyó que:

“El poder intoxica tanto que termina afectando al juicio de los dirigentes”.

A partir de aquí empieza a creer que está ahí por mérito propio y que por lo tanto queda situad@ por encima de los demás mortales.

En este punto se entra en el momento de megalomanía, creyéndose infalible e insustituible .de ahí que tan pocos polític@s dimitan, negando sus propios errores, y aferrándose adictivamente al poder.

¿Las victorias y reformas de las instituciones son suficientes para afrontar sustancialmente los retos existentes?

La concentración de capital en muy pocas manos, que tienen consecuencias negativas para la actuación política, la inseguridad salud, finanzas y además los retos ecológicos, entre otros muchos temas, parecen demandar una actuación que vaya también más allá de las instituciones para respetar la naturaleza y arrebatar el poder económico a los corruptores, a los desahuciadores, a los violentos, etc , devolviendo el poder a la ciudadanía, reduciendo así la extrema desigualdad económica existente.

El poder no se limita a la capacidad de imponer decisiones, sino que también incluye la habilidad de persuadir y convencer a otros, una herramienta psicológica poderosa que puede ser utilizada tanto para el bien común como para intereses personales.

Con el poder en la mano, las personas deciden más rápido, con base en un pensamiento más abstracto y con una menor consciencia de los riesgos implícitos y de las restricciones existentes, el poder puede incluso llegar a ser visto como consustancial al ser y su ausencia puede provocar crisis de identidad.

El poder bien ejercido les permite crear instituciones sólidas, pujantes, nombrar a personas extraordinariamente, capaces a quienes empoderán, y dan crédito por sus triunfos:

Ellos saben utilizar el poder como parte del liderazgo y la transformación de la organización del régimen.

 “Hay tres cualidades que deben poseer los que han de desempeñar las supremas magistraturas: la primera es la lealtad al País; la segunda, capacidad para las responsabilidades del cargo, la tercera, poseer virtud y justicia.”

La Lealtad se refiere a estar comprometido con el Estado al que se pertenece, con la comunidad política.

La Capacidad habla de poseer los elementos idóneos para el cargo y gobernar dando resolución a las demandas ciudadanas.

El tercer elemento, no menos importante, se refiere a la Posesión de virtudes éticas para saber gobernar”.

Hoy se inicia el nuevo estilo de gobernar a México.
Ernesto Pompeyo Cerda Serna

Contador Público y Auditor. Socio del Despacho D. E. C.  y Miembro del Despacho Internacional PKF North American. Autor de los libros. Adiccionario Político. Kratologia. Literatura y Poder.