La salud mental, todo un tema
En las últimas semanas he tenido la oportunidad de asistir a diversas reuniones en instituciones públicas, en asociaciones y en círculos laborales, en las que destaca el común denominador de que después de la pandemia, la salud mental es todo un tema que debe ser abordado debidamente y no sólo como un requisito normativo.
En palabras entendibles, la Norma Oficial Mexicana 035 consiste en establecer los elementos para identificar, analizar y prevenir los factores de riesgo psicosocial, así como promover un entorno organizacional favorable en los centros laborales, lo cual, a decir de algunos expertos, se cumple medianamente sólo para cumplir el marco jurídico, aunque no existe un interés genuino de cuidar la salud mental de los trabajadores.
Además de esta norma dentro del sector productivo, es un hecho que la salud mental se ha convertido en un tema prioritario en el sector educativo y en el ámbito de lo familiar, por todas las consecuencias que están surgiendo post pandémicas.
El aislamiento social, el cambio en la forma de relacionarse entre las personas, los encierros prolongados, las clases en línea y la famosa oficina desde casa, así como todas las afectaciones que en los últimos dos años ha tenido la economía, la salud física y la productividad, son algunos de los factores que sin duda han afectado la salud mental de las personas.
La depresión, la ansiedad, las adicciones y otras patologías mentales son las que se dispararon en los últimos dos años y que ahora son atendidas, aunque para algunos quizás tardemos años en normalizar y estabilizar sus efectos.
También se desarrollaron diversas fobias como "el síndrome de la cabaña" que padecieron aquellos a quienes les costó mucho trabajo salir de casa después del largo encierro, igual que otras manifestaciones como las de aquellos que se volvieron obsesivos con el uso de gel antibacterial y el cubrebocas, así como quienes siguen teniendo mucho miedo a ser contagiados.
Por ello, dentro de la lista de oficios o profesiones más demandados en la actualidad se encuentran los de aquellos relacionados a la salud mental: desde psiquiatras, psicólogos, coaches de vida y todo tipo de acompañamiento que va dirigido a estabilizar las emociones y las distorsiones mentales del individuo.
Lamentable y paradójicamente, pese a que estudios estadísticos demuestran la necesidad de ampliar los servicios en este campo de la salud, por una parte, en las empresas parece existir una simulación para solo aprobar lo mínimo que establece la norma mexicana, mientras que en los otros sectores sociales sigue siendo un estigma o algo de lo que no se puede hablar abiertamente, porque a nadie le gusta reconocerse o reconocer que alguna persona cercana pudiera tener un padecimiento mental.
Deseamos honestamente que como sociedad podamos reflexionar con mayor profundidad sobre la salud mental.
Es necesario que comencemos por reconocer la realidad y estemos en condiciones de poder atender estas importantes consecuencias que también nos trajo la pandemia, aunque desde antes iban creciendo a pesar de que se negaban.