
Les platico:
Ya perdieron y no se han dado cuenta.
Tuvieron su oportunidad, algunos hasta doble, y las desaprovecharon:
- AMLO en la CDMX.
- Miguel Treviño de Hoyos en la alcaldía de San Pedro Garza García.

Pudo más su afán de controlar y pagar favores, que de administrar.
Es que no saben administrar, mucho menos transformar.
Su política gira alrededor de elecciones, no de generaciones.
Por consecuencia, no son dignatarios, ni siquiera mandatarios, son esclavos del poder y de sus patrocinadores de campaña.
Son un mito en sí y se creen todo lo que dicen.
Son ególatras, narcisistas, ignorantes y mamones.
Se rodean de leales e incondicionales que reciben una paga a cambio de ocultarles o tamizarles la lacerante realidad que les endilgan a los ciudadanos.
La culpa no solo es de ellos.
Llegaron al poder porque muchos -cada vez menos- creyeron en sus promesas de cambio y de mejora.
Les falló el tino a quienes votaron por sus candidaturas.
Y no conformes con haber errado brutalmente, siguen teniendo aspiraciones.
Uno - el peor de todos porque marca “ejemplo”- diciendo cínicamente que pase lo que pase, la oposición no recuperará el poder que perdió en el 2018.

Por eso, apá, y ¿dónde deja usted el valor y la importancia de elecciones democráticamente ciudadanas, mediante las cuales llegó al poder?
Otros, en sus peculios municipales, deshojan la margarita entre buscar la reelección o tirarle a algo más grande:
