Contaminación, pobreza y sequía
Cuando un problema de tipo social surge, los expertos utilizan la frase gastada: “esto afecta a los más pobres”. Lo cierto es que cualquier problema que dañe a la sociedad, afecta siempre a los más pobres en demasía.
En Nuevo León, sobre todo en el área metropolitana donde se incluyen al menos 13 o 14 municipios conurbados, la contaminación, pobreza y sequía afectan y más a los pobres.
El problema ambiental lastima a todos, sin distingo de los recursos económicos pues no hay forma de seleccionar el aire que se respira, sin embargo, los pobres tienen espacios más reducidos, mayor hacinamiento, menores oportunidades de viajar a zonas no contaminadas o espacios públicos verdes que contribuyan a mejorar el aire que respiran.
La contaminación daña más a los pobres, sí porque en sus barrios son frecuentes los tiraderos de basura, encontrar animales muertos en las calles, aguas negras o ríos contaminados. Haga usted un recuento de estos aspectos apreciado lector y descubrirá que los pobres respiran aire de menor calidad.
Agregue que sus traslados son preferentemente en el transporte público donde algunos son chimeneas rodantes; todo va a sus pulmones. Los paliativos son los espacios verdes, las casas de campo, los viajes a zonas ecológicas, evidentemente son remedios alejados a las condiciones de vida en los más pobres.
La pobreza en Nuevo León alcanza a uno de cada dos nuevoleoneses, en alguno de sus rangos por cada dos personas, una está en un estadio de pobreza.
Según el Coneval en su medición 2020, la pobreza se cataloga para efecto de su reporte, en pobreza, pobreza moderada y pobreza extrema: https://www.coneval.org.mx/Medicion/MP/Paginas/AE_pobreza_2020.aspx
Para el caso de nuestra entidad:
- La pobreza alcanza a 1,424,966 habitantes
- La pobreza moderada incluye a 1,301,106 nuevoleoneses
- La pobreza extrema impacta a 123,860 personas
En total son 2,849,932 personas como usted o como yo en algún grado de pobreza, sea sin alimento, sin vivienda y vestido o sin servicios de educación y salud.
Para Nuevo León, el censo 2020 del Inegi establece que somos 5,784,442 pobladores, por tanto, el 49.26% de los nuevoleoneses está en alguno de los estadios de pobreza definidos por el Coneval.
Con estas cifras, la entidad está en semáforo amarillo o rojo ante el crecimiento de la pobreza que se dio entre 2010 y 2020, por consiguiente, deben atenderse las implicaciones sociales, de desarrollo, educación y hasta productividad que pueden detonarse.
Como si fueran poca cosa la contaminación y la pobreza, la entidad vive la peor sequía de las últimas décadas. La afirmación tiene como indicador los niveles de las presas donde no se veían en años con tan poco líquido como ahora.
Por supuesto que la sequía impacta al área metropolitana, pero no olvidemos a los municipios del noreste y del sur, localidades que carecen o cuentan con agua limitada en su subsuleo.
Si en el área metropolitana la sequía avanza, impactará con recortes del suministro; las casas viejas desempolvarán las cisternas, algunos revivirán sus tinacos y de nuevo, los más pobres deberán esperar las pipas con agua para subsistir.
La contaminación y la sequía van de la mano, cuando llueva, caerá a la tierra mucho del veneno que respiramos, habría que estudiar si contamina las presas y mantos acuíferos. Lo que no termina con un chubasco es la miseria creciente y que aumentará por la pandemia y la migración, ambos aún no medidos por el Coneval.