Dos hechos motivan el título de este artículo: 1.- El triunfo del candidato progresista de izquierda, Gabriel Boric, como próximo presidente de Chile a partir de marzo del 2022, y 2.- La inusitada -por rápida- felicitación que le envió Andrés Manuel López Obrador, a unas cuantas horas del cierre de casillas en el país andino. Recordemos que AMLO reconoció el triunfo de Joe Biden casi un mes después de haber sido declarado ganador. Incluso una de las causas por las cuales Martha Bárcena decidió jubilarse anticipadamente, siendo embajadora de México en EEUU, fue porque el presidente no quiso atender su recomendación de que felicitara a Biden ante su triunfo sobre Trump. Y que no se diga que fue por el margen con que Boric ganó a su contrincante, el ultraderechista José Antonio Kast, pues los resultados en las elecciones de EEUU fueron muy similares a los de Chile. La cosa es que si AMLO está reconociendo el triunfo de un joven que el próximo febrero cumplirá apenas 36 años, es un mensaje a propios y extraños de que Luis Donaldo Colosio Riojas, apenas seis meses mayor que Boric, tiene todas las posibilidades de ser tomado en cuenta para el 2024, cuando en el mismo julio de las elecciones por la presidencia, estará cumpliendo 39 añotes. Si yo fuera el tristemente célebre Alito, presidente del PRI, en vez de tirarle a Luis Donaldo debería reconocer sus méritos. Si yo fuera Marko Cortés, estaría tejiendo las primeras hebras de una alianza con el alcalde de Monterrey. Si yo fuera Dante Delgado, me dejaría de p3nd3jadas como esa de declarar que el MC va a ir solo -sin alianzas- por la presidencia de México. Pobre iluso. Desde ahorita le anticipo que si sigue con sus cosas, le van a revivir el expediente 45722/03/88 que él cree muerto -pero que está vivito y coleando en la FGR- donde se le acusó de abuso de autoridad, peculado, corrupción y enriquecimiento ilícito por $55 millones 800 mil pesos, durante su gestión como gobernador interino de Fernando Gutiérrez Barrios en 1988, motivo por el que estuvo preso 15 meses en el Penal de Pacho Viejo, Veracruz. Si yo fuera el presidente López Obrador, le haría un guiño travieso a Claudia Sheinbaum, para decirle sin palabras que no se la crea tanto, porque a lo mejor ella es un fusible puesto para ser quemado en la piedra electoral de los sacrificios. Y entonces sí, Luis Donaldo tendría para escoger si -y solo si- él quisiera buscar la grande. Porque, conste, falta saber si a él le interesa. Por ahora, que no se les olvide esta fecha en la cual su irreverente servidor les está anticipando tal posibilidad. Anótenla... la fecha. De todo esto y más platiqué con Sergio Arturo Vela en el programa que aquí podrán ver. ¡Arre!