AMLO abusa del pueblo ignorante y manipulable
(Esta es mi primera colaboración para DETONA. Agradezco a sus editores la invitación y a los lectores de este prestigiado e influyente medio, por la oportunidad.)
Acaba de rendir juramento Joseph Rovinette Biden, Jr., más conocido como Joe Biden, como 46° presidente de los EEUU.
Empieza una etapa de reconstrucción de la unidad y la confianza de los norteamericanos y del mundo en su gobierno.
El primer día de su mandato extendió cuatro decretos, uno, girano órdenes para reforzar programas relativos al covid y apoyo a la economía, y otros, dando de inmediato reversa a decretos que se consideraba violaban derechos humanos de varios segmentos de la población y respeto a ciudadanos de otros países.
EL PODER DE LAS INSTITUCIONES
Entre ellos, frenó la construcción del muro de la infamia entre México norte y EU, ordenada por Trump. Esto fue posible por el sistema y las instituciones que respaldaron su elección.
En contraste, este mismo sistema e instituciones le dieron la espalda al ahora ex presidente de los EU, mucho por sus perversos intentos de retener el poder a fuerza, convenciendo al pueblo de haber sufrido elecciones dolosas en su contra.
Lo hizo también para salvarse del juicio del pueblo, azuzando a los más radicales de sus seguidores y arriesgando la seguridad de las instituciones legislativas de ese país. No se le perdonó.
Trump lo creyó posible por su espíritu ratonero de amenaza, intimidación y de pelea, y por lo cerrado de las elecciones.
Pero el pueblo, al menos la mitad, y las instituciones, le dijeron basta.
SU PROPIO PARTIDO LO VOMITÓ
Sus aliados internos y externos se voltearon y las benditas instituciones lo pusieron en su lugar, en el lugar de un simple ciudadano para juzgarlo y castigarlo como merece.
Al fin pagará sus fechorías y abuso de poder, independientemente de las acciones positivas que él se atribuye.
Eso hace impermeable a la larga a EU de este tipo de fenómenos (freaks) que llegan al poder de cuando en cuando, aún en ese país.
Se puso a prueba el sistema de justicia y de las instituciones de EU y está saliendo bien librado.
Queda demostrado que el presidente es un simple empleado del país y un simple ciudadano sujeto a las leyes que emanan del pueblo.
¿Y EN MÉXICO?
Lo mismo podría pasar aquí, y el sistema de gobierno e instituciones podrían enjuiciar y deponer al nefasto presidente López Obrador y su pandilla de ineptos y agachones en su gabinete desde ahora, sin esperar a nuevas elecciones, y evitar a tiempo la catástrofe política, social, económica y de salud que se ve venir irremediablemente.
Pero esperar eso en México es como una fantasía; todo el mundo, personas e instituciones, se pliegan ante la investidura presidencial, el chantaje o la amenaza.
López Obrador y su gobierno (incluyendo a su partido en el legislativo) merecen ser destituidos porque no han gobernado ni bien, ni honestamente.
Han estado engañando al pueblo de México; han estado comprando o amenazando a los que tienen poder y que los pueden exhibir y deponer.
Han estado destruyendo inmisericorde e ilegalmente a las Instituciones que deben valorar y corregir su gobierno, y han estado mandando al rancho de YSQ a nuestra Constitución para perpetuarse en el poder y destruir al México que construimos en más de 100 años, para enriquecerse enfermizamente y regalárselo a negros intereses nacionales y extranjeros.
DESTITUIRLOS EN EL 2021
Sin embargo, queda el recurso de destituirlos en las elecciones del 2021, y luego en la del 2024. Pero ahí hay otro problema.
Desde la campaña presidencial y sus meses tempranos de gobierno, López Obrador ha declarado “¡Al diablo las instituciones!” y lo ha ido cumpliendo cabalmente.
En esto no ha habido engaño; el engaño es afirmar como pretexto que son corruptas, cuando la verdadera razón es porque le estorban para su plan de reelección de su partido morena, y consolidar una dictadura en México, mucho peor que la dictadura de partido de los 70 años del PRI en el poder.
Pero el pueblo no entiende la gravedad de destruir las instituciones.
Sí, López está haciendo esto abusando de la ingenuidad de este pueblo ignorante y manipulable que algún día cometió el error de votar por él, tal como sucedió hace cuatro años con Trump en EEUU.
Abusando del poder constitucional, López está acabando con las instituciones para disponer de este país, ante la impotencia de los que tenemos valor pero no poder, los que tienen el poder y no el valor, y de los que tienen el poder del voto pero están manipulados, engañados y comprados con migajas, que pagaremos todos con nuestra libertad y años de sufrimiento.
ABSOLUTISMO, AUTOCOMPLASENCIA Y ABUSO DEL PUEBLO
El poder ilimitado y sin contrapesos en un gobierno, que en este caso lo deben dar las instituciones y los poderes de la unión, si son independientes, solo conduce al absolutismo, la autocomplacencia y al abuso del pueblo.
Si permitimos que López Obrador destruya las instituciones, no podremos escapar de que, en las próximas elecciones secundarias, aún perdiendo su partido morena, López haga el mismo teatro y provocaciones que Trump hizo, pero a unas débiles instituciones que queden en pie, para revertir los resultados y lograr sus propósitos de perpetuidad.
Un día añoraremos las instituciones que se formaron tras largos y duros años de mediocre política, que protegen nuestro sistema de libertad y gobierno, y que hoy dejamos destruir.
Todo por cobardes, y dejar crecer el cáncer en México que se llama la 4T.