¡Dos tipos de cuidado!
Gustavo Meléndez Mazlum fue contratado para construir una casa y ésta casi se cae de tan mal trabajo que hizo.
Javier Arquieta Castillo fue llamado para acabarla, y casi lo hace... pero con los recursos del cliente, porque salió bueno para los sobre precios y para fregarse a contratistas y albañiles, que también deben cuidarse de él. Si lo ven, corran, porque le gusta ponerse bravo cuando es descubierto.
Y el primero, anda en Tampico reclamando la herencia que su honorable padre les dejó a él y a sus hermanos, metiéndose en más líos que es lo único que sabe hacer bien... y muuuuy bien, por cierto.
Los dos están siendo demandados penalmente por su clienta y aquí me tienen, jugando a las carreras con las leyes mexicanas, a ver por dónde truena primero el cuete.
Vamos a ver por dónde caen primero estos truhanes: por el lado del bote (el primero de ellos ya cayó una vez) o por el del escarnio del público, que mucho agradece este tipo de alertas, para cuidarse de quienes dicen que son y no son y dicen que hacen y no hacen.
La historia de ambos está en las siguientes ligas y las voy a estar publicando hasta que por uno de los dos lados... o por los dos, paguen las que deben.
¡Arre!
https://www.detona.com/articulo/javier-arquieta-castillo-la-reja