Política

Ebrard ya conversa con gurú político que le ofrece "limpieza de imagen" hacia el 2024

Se trata de Jaime Durán Barba, un consultor especialista en guerras sucias. Vende sus experiencias de "renovación de perfil" a políticos con "manchas" públicas.
El reportaje del New York Times es, quizás, un parteaguas en el muy anticipado juego de sucesión.

Montados sobre el incómodo peritaje para deslindar responsabilidades, Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum deberán transitar ese proceso manteniendo la lealtad con AMLO, al tiempo que enfrentan las tensiones lógicas de los suspirantes.

Ebrard recibió un duro golpe con el reportaje del NYT, que sugiere en todo momento que el apuro del entonces Jefe de Gobierno -para culminar e inaugurar una obra que lo ponía en el juego de las presidenciales de 2012- generó errores muy groseros en la construcción de la Línea 12.

El Canciller respondió al periódico estadounidense con una muy fundamentada carta, en donde anexó cada uno de los documentos públicos que sostienen su postura.

El problema es que la opinión pública muchas veces no hace caso a procesos jurídicos o administrativos tan complejos.

"La calumnia cuando no mancha, tizna", es una frase muy utilizada en el círculo rojo en México, y que acaso también podría ser una buena carta de presentación del ecuatoriano Jaime Durán Barba, un consultor político experto en guerras sucias que llegó esta semana a la CDMX para reunirse con Ebrard.

Según pudo reconstruir LPO, Durán Barba le ofrecería al Canciller una servicio de "limpieza de imagen", algo que ya hizo con Enrique Peña Nieto en los últimos meses de gestión.

Fue cuando EPN reconoció sus más costosos errores, como poner a su esposa frente a una cámara para explicar el escándalo de la "Casa Blanca".

Durán Barba conoció a Ebrard en el 2006 a través de René Bejarano, y aunque su rol fue muy marginal en la campaña que ganó el ahora Canciller, estableció allí una suerte de amistad con el que fuera Jefe de Gobierno.

El consultor ecuatoriano no pudo participar en 2012 en la campaña de Miguel Ángel Mancera, porque Ebrard quería evitar a toda costa la idea de que había "metido las manos" en el proceso.

Aunque el ecuatoriano se cuelga esa medalla, fue el consultor Luis Pérez de las Heras quien se hizo cargo de esa campaña.

Durán Barba se hizo muy famoso en Argentina, al brindarle servicios muy similares a Mauricio Macri, ex presidente de ese país que también trabó una buena relación con Ebrard mientras ambos eran alcaldes.

Macri arrancó su carrera política con la "mancha" de ser hijo de uno de los empresarios más acaudalados de la Argentina, quien además estaba muy vinculados a los negocios con el Estado. Denuncias de corrupción, causas por contrabando, pagos de sobornos: el apellido Macri cargaba con un pesado historial.

Durán Barba se concentró en limpiar la imagen de Macri, al mismo tiempo que construía una campaña de ataques contra sus adversarios. En su libro "El arte de ganar. Cómo usar el ataque en campañas electorales exitosas", el consultor no reniega del uso de la campañas sucias.

"No hay que olvidar que en muchas ocasiones el ataque desmesurado, el insulto, la calumnia, son parte de un espectáculo del que disfrutan los electores, crean o no en sus contenidos. Seguimos siendo primates a los que nos gusta el espectáculo del enfrentamiento", afirmó Durán Barba.