El poder del abrazo
Dice el escritor y novelista Pablo Coelho, que cada vez que abrazamos a alguien con gusto, ganamos un día más de vida. Los especialistas afirman que los niños necesitan de varios abrazos al día para ganar fortaleza y aumentar su confianza.
Sin duda, el abrazo trae consigo un poder que es capaz de curar resentimientos, coraje, malos entendidos, odio y tristezas; beneficios que en ocasiones son subestimados por mucha gente que percibe al abrazo sólo como una simple cortesía.
Ahora bien, al tratar de entenderlo de una manera más objetiva, encontramos que el abrazo libera oxitocina en nuestro cuerpo, que es la llamada “hormona de la felicidad”, la cual disminuye la actividad del sistema nervioso, induciendo a efectos antiestrés, de bienestar y relajación.
Adicionalmente y de igual modo, “al abrazar” generamos dopamina y serotonina, bien conocidas por todos como las “hormonas del buen humor”, encargadas de crear la sensación de armonía y plenitud, tanto de manera física como emocional.
Un abrazo activa incluso nuestro sistema inmunológico, favoreciendo la creación de glóbulos blancos y previniendo así muchas enfermedades al mejorar nuestras defensas.
Por si fuera poco, el abrazo equilibra además el sistema nervioso y favorece la oxigenación de los tejidos, aumentando la vida de células que nos hacen ver y sentir más jóvenes.
Y es por eso también, que, durante casi dos años de no abrazarnos, fue que se detectó un importante aumento en el número de personas con depresión y muchas otras enfermedades relacionadas con la salud mental.
Inclusive, hubo doctores que empezaron a recomendar “abrazos con la mirada, las palabras y las nuevas tecnologías”, pero definitivamente, esos métodos medianamente efectivos, no llegaron a proporcionarnos beneficios verdaderos, al ser incapaces de suplir al abrazo real como forma de expresión y contacto.
Ante esta situación, si sabemos entonces que el abrazo se ha mostrado como uno de los factores más eficaces frente a la patología depresiva, que nos libera de tensiones, nos relaja, reduce la presión arterial y nos libera sustancias que aumentan la sensación de bienestar y felicidad…