Salud

¿Estás durmiendo mal? Cuidado, podrías estar perdiendo la alegría de vivir

No dormir bien no solo te hace sentir sueño durante el día, sino que además, puedes acarrear otros problemas.

Cuando no duermes bien por la noche, al siguiente día es probable que amanezcas irritable, cansado, de mal humor y hasta con ojeras, pero un nuevo estudio relaciona la falta de sueño con la incapacidad para desarrollar emociones positivas.

Esto no significa que incrementa tus emociones negativas, digamos que estas se mantienen igual.

El estudio corre a cargo de la Universidad de la Columbia Británica, y contó con la participación de casi 2 mil personas de entre 33 y 84 años.

Para el estudio, se recopilaron los datos de sueño de los participantes. El equipo sometió a los voluntarios a diversos tests durante ocho días, en los que debían ofrecer datos sobre su calidad de sueño y de las pequeñas experiencias positivas o negativas por las que todos pasamos a diario. 

La principal autora del estudio, la psicóloga Nancy Sin, explicó que cuando las personas experimentan estímulos positivos como recibir un abrazo o pasear por la naturaleza, generalmente se sienten más felices. Sin embargo, hemos constatado que cuando esas mismas personas duermen menos de lo que necesitan, no experimentan en la misma medida emociones positivas en respuesta a esos estímulos positivos.

Este estudio, también descartó que las reacciones positivas o negativas del día tengan un impacto en la duración del sueño como se ha sugerido en otros estudios.

Al menos siete horas de sueño

La pauta recomendada para una buena noche de sueño es de al menos siete horas, sin embargo, uno de cada tres adultos no cumple con este estándar.

Un gran número de investigaciones han demostrado que el sueño inadecuado aumenta el riesgo de trastornos mentales, enfermedades crónicas y muerte prematura

"El estudio se suma a esta evidencia al demostrar que incluso las fluctuaciones menores de la duración del sueño pueden tener consecuencias en la forma en que las personas responden a los eventos de su vida diaria", añade la investigadora.

"También nos interesaba saber si los adultos con enfermedades crónicas podrían obtener un beneficio aún mayor del sueño que los adultos sanos", señala Sin.

"Encontramos que un sueño más largo, comparado con la duración habitual del sueño, conducía a mejores respuestas a las experiencias positivas del día siguiente".