¡Felicidades Biden!
En su visita a México en el mes de enero, el gobierno de México lo recibió con la noticia de la detención de Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín "El Chapo" Guzmán, quien es considerado uno de los líderes del cartel de Sinaloa, uno de los proveedores de fentanilo que causa más de 70 mil muertes al año en este país.
Otro triunfo que se anota el gobierno de Biden en el combate al narco, es el juicio a Genaro García Luna.
El ex funcionario es culpable de recibir millones de dólares del Cártel de Sinaloa cuando dirigía la sangrienta guerra contra el crimen organizado desde la Secretaría de Seguridad Pública en el Gobierno del presidente Felipe Calderón, permitiéndoles operar con total impunidad.
Un jurado de Brooklyn en Nueva York escuchó durante semanas los testimonios de narcotraficantes con amplia trayectoria delictiva, los cuales incluirán información sobre la forma en que traficaban y las cantidades de sobornos que hacían llegar a García Luna.
Tomando en cuenta el periodo en que gobernó el ex presidente Felipe Calderón y el de la entrada de más de dos mil armas a México desde territorio estadounidense, ahora me pregunto, ¿ese operativo “Rápido y Furioso” tenía como objetivo dejarlas entrar a México para luego poderlas rastrear y darles seguimiento esperando identificar a los responsables del tráfico de armas; o simplemente abastecerlos como cómplices de una guerra sangrienta?.
¿La DEA nunca supo de la actividad delictiva de García Luna?
El Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, celebra el veredicto y espera que García Luna que se declare testigo protegido para que hable en contra del exmandatario Felipe Calderón, a quien odia profundamente porque considera que le robó la elección en 2006.
AMLO ha dicho que va a denunciar al abogado de García Luna por Cesar Castro, quien en medio del interrogatorio a un criminal lo señaló por presuntamente recibir sobornos por parte de Jesús Reynado “el rey Zambada” hermano de El Mayo Zambada, pero no dice nada de denunciar a otros delincuentes...
...y la estela de amigos y cómplices del ex jefe de seguridad desaparece en el mar de la corrupción e impunidad.
Por si no fuera suficiente el daño que se ha hecho a México por los malos gobernantes en turno, en un malintencionado arrebato oportunista, militantes y simpatizantes de Morena buscan empañar la marcha a favor de la democracia que se llevará a cabo el 26 de febrero, afirmando que es convocada por el ex mandatario Felipe Calderón, demeritando el trabajo de las organizaciones de la sociedad civil y de miles y miles de mexicanos que ven el riesgo latente de un plan B que pretende golpear las estructuras de la democracia.
Y mientras aplaudimos el combate a la corrupción desde el país vecino, yo me pregunto: