Siete Puntos

La Tríada Cuaresmal

Padre Paco DETONA aquí: 1. Ayer, con el Miércoles de Ceniza se dio el banderazo de salida a la Cuaresma. Por más secularismo reinante, los templos católicos se vieron abarrotados, demostrando con ello que estamos no solo ante una devoción, sino frente a todo un fenómeno social.
  • ​​​​La Ceniza nos pone en contacto con este polvo que somos y al que regresaremos, con esta conversión que necesitamos en todos los órdenes de la vida.
  • Más allá, entonces, de su significado religioso, la Cuaresma tiene una connotación cultural que podemos analizar.
2. 
  • En primer lugar, el número de su duración es emblemático:
  1. El diluvio universal transcurrió en 40 días.
  2. La peregrinación judía a través del desierto, camino de la Tierra prometida, fue de 40 años.
  3. Los días de ayuno que pasó Jesús en el desierto también fueron 40.
  4. Y 40 fueron las horas que estuvo en el sepulcro antes de su resurrección.
  • Es decir, para la tradición judeocristiana el número 40 marca la madurez de una época, una decisión, un cambio de generación.
  • En el terreno cristiano, el Papa Francisco nos ha dicho que la Cuaresma es una …
3.
  •  … inversión a mediano y largo plazo.
  • En efecto. Durante estos 40 días, de aquí a la Semana Santa, en los que se nos va a invitar a la conversión, podremos invertir en tres realidades que nos son particularmente importantes:
  1. En nosotros mismos, a través del ayuno.
  2. En nuestra relación con Dios, a través de la oración.
  3. Y en la unión y responsabilidad con los demás, gracias a la caridad.
  • Nosotros mismos = ayuno, Dios = oración y los demás = caridad: tres elementos sobre los que conviene regresar. Veamos cada uno de ellos.
4. 
  • El ayuno propuesto implica mucho más que abstenernos de comer o beber algo placentero.
  • Es trabajar nuestra avidez de devorarlo todo, con prisas y sin el mínimo discernimiento.
  • Es eliminar lo superfluo que nos impide valorar lo verdaderamente importante.
  • Es dejar de distraernos con lo inmediatista y lo superficial, de subirnos a la ola de la soberbia o la indiferencia, de dejarnos arrastrar por la moda y la apariencia.
  • Se trata, entonces de vivir un ayuno no sólo de cosas materiales, sino también de toxicidades interiores.
5. 
  • La oración es la otra propuesta cuaresmal.
  • Pero no entendida sólo como el rezo repetido de alguna fórmula aprendida desde la niñez, sino como la renuncia a la autosuficiencia de nuestro yo.
  • Orar a la divinidad en la que creemos va a significar sentirnos necesitados de ella, abandonando la pretensión de superioridad que muchas veces nos ha acompañado.
  • Pero la oración, en cuanto significa echarnos un clavado en la piscina de nuestro interior, nos ayuda también a salir hacia el mar de los demás, a preocuparnos por ellos y no sólo por nosotros.
6. 
  • La caridad, ha dicho Francisco de Roma, tiene una dimensión terapéutica: nos sana de la avidez, del afán de acumular, del deseo imperioso de poseer como supuesta garantía patrimonial de seguridad futura.
  • Pensar en los demás nos permite recordar que no estamos solos en este viaje, y que ellos no son nada más compañeros desconocidos, sino hermanos.
  • Caridad que va más allá de una simple limosna, y que busca la promoción social y la transformación de estructuras que han generado tantas desigualdades.
7. Cierre icónico. 
  • Y la naturaleza nos adelantó la ceniza para el martes pasado.
  • Los varios incendios que se dieron en la zona metropolitana, y que generaron una nube tóxica impresionante, no deben ocultar la problemática que vivimos a diario, y que ha convertido a Monterrey en la tercera ciudad más contaminada de México.
  • Fue la bienvenida que se dio a la recién creada Comisión Ambiental Metropolitana, con apoyo federal.
  • Sin ser pesimistas, pero ya estamos acostumbrados a que si no quieres resolver un problema… crea una comisión.
https://vimeo.com/1015118818
Padre Paco

El sacerdote José Francisco Gómez Hinojosa (Monterrey, México, 1952) es el actual Vicario General de la Arquidiócesis de Monterrey. Es diplomado en Teología y Ciencias Sociales por el Departamento Ecuménico de Investigaciones de San José, Costa Rica, y doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Ha sido profesor en el Seminario de Monterrey, en la UDEM, el ITESM, la Universidad Pontificia de México, el Teologado Franciscano, el EGAP (Monterrey) y la Universidad Iberoamericana (Centro de Extensión Monterrey).