Phishing y videos virales
La publicidad y mercadotecnia en redes sociales emergen como inmejorables oportunidades para el fraude y el robo de identidad:
Una empresa de seguridad informática en la red, Kaspersky, ha detectado que gran parte de los robos de identidad y fraudes en línea derivan de fenómenos virales y tendencias en las redes sociales.
Videos de animales, preferentemente gatos, así como películas o productos limitados o de temporada, son las oportunidades ideales para el robo.
La publicidad digital de las películas Barbie y Oppenheimer no han pasado desapercibidas para capturar la atención de los cibernautas. A los lectores se les engancha mediante ofertas y promociones de productos exclusivos a precios aparentemente irrisorios, lo cual en opinión de analistas de seguridad informática, debería ser la primera alerta para que el usuario de las redes sociales evite ingresar a esas páginas.
Una vez logrado el objetivo de atrapar la atención del cliente, indica Kaspersky que el modus operandi es el mismo: envían un malware o software malicioso que solicita información personal del usuario para completar voluntariamente la adquisición de boletos de espectáculos o productos edición limitada.
Los delincuentes siempre aprovecharán el entusiasmo y ansiedad de las personas por adquirir productos especiales y únicos.
Ese es el momento en el que se les roban los accesos a cuentas bancarias, o se realizan compras con precios elevados, se vacían las cuentas o se saturan las tarjetas de crédito de los defraudados.
Los analistas en ciberseguridad recomiendan que ante el entusiasmo de fenómenos digitales como Barbie u Oppenheimer, o bien, del encanto y situaciones que reclaman la empatía por los gatos principalmente, es necesario mantener el cuidado y observación de las páginas digitales a las cuales se ingresa, ya que muchas de ellas infectan a los dispositivos y obtienen los datos para robar la identidad.
Es básico, pero no está demás recomendar que no se deben compartir datos personales, datos de cuentas o tarjetas bancarias, a personas o páginas cuya publicidad invita a comprar a muy bajo costo.
Siempre deberán cerciorarse de que las páginas de Internet y demás portales en los que se naveguen, cuenten con las certificaciones básicas de seguridad, o después del http:// se agregue una s, https://; pero primordialmente, se recomienda desconfiar de ofertas o precios atractivos sobre productos cuya demanda resulta sólo del furor momentáneo.