Si pasas por el infierno...
La oscuridad llegó el mismo día del inicio de gobierno de AMLO.
Al momento de permitir que un grupo de brujos indígenas y afroamericanos le hicieran un rito de “limpia y purificación” y le entregaran una especia de “bastón de mando”, AMLO nos dio la pauta.
Nos señaló el camino escabroso y oscuro durante su sexenio.
Recuerdo a columnistas y ciudadanos observadores, cuestionando aquella inédita toma de protesta.
Gente comentando en los cafés lo absurdo de aquel disparate presidencial, que por cierto no fue un hecho aislado:
En mayo del 2023, Marcelo Ebrard asistió a una ceremonia realizada por un brujo asociado con el “satanismo” por construir un templo dedicado a “Lucifer” en Veracruz.
La prensa publicó las imágenes del excanciller con el brujo, quien realizó una serie de peticiones para que Ebrard fuera presidente de México y supuestamente retirarle las “malas energías”.
Al mes siguiente, el 18 de junio, Claudia Sheinbaum también recurrió a la brujería y se reunió con la “Abuela Amelia”, quien le entregó en una ceremonia en Xochimilco otro “bastón de mando” similar al de AMLO.
Por si fuera poco, en la página oficial de Morena alguien subió la foto de una playera con la leyenda “Un verdadero hombre nunca habla mal de López Obrador”, con la imagen de “la santa muerte” estampada en la camiseta. Y nadie lo desmintió.
Días después, en el Senado de la República, el senador de Morena, Adolfo Gómez, promueve y lleva a cabo un ritual de sacrificio de una gallina en plena sede del recinto legislativo.
La prensa pública que ese ritual es muy común en políticos que practican brujería y santeria.
Lo anterior sale a colación, no porque nos interesen los políticos de Morena, que por poder han vendido su alma al diablo; lo que nos preocupa, y mucho, es el infierno que nos han traído AMLO y Morena desde su llegada al gobierno.
El crimen de tres jóvenes surfistas, dos australianos y un norteamericano, en las playas de Ensenada, fue la gota que derramó el vaso, y ha reavivado la indignación, el coraje, la impotencia, y sobre todo las alarmas a nivel internacional sobre la violencia en México.
El suceso fatal es para sacudirnos a todos al darnos cuenta que Jack Carter Rhoad y los hermanos Callumy Jake Robinson cruzaron a México el 26 de abril desde Estados Unidos, ¡y en menos de 36 horas ya habían desaparecido! ¡Ya los habían asesinado!
Tengo dos hijos, un poco mayores que los australianos, y se me partió el corazón al pensar en los pobres papás.
No puedo imaginar el dolor de esas personas al recibir la noticia en Australia y viajar a México solo para reconocer los cadáveres de sus criaturas y llevarlos a sepultar a su país, ¡terrible!
Luego pienso en los miles de padres de familia mexicanos que ni siquiera han tenido la oportunidad de velar a sus hijos, pues están desaparecidos desde hace meses o años.
Pero al final pienso en todos nosotros, los mexicanos pasmados, apaciguados, conformados, escuchando o leyendo las noticias de terror de todas las mañanas, asesinatos a candidatos, a sacerdotes, a jóvenes en fiestas, asaltos en carreteras, libros de texto envenenando la mente de nuestros niños, etc, etc… Y seguimos tranquilos.
Tranquilos observando también a Claudia seguir adelante en las encuestas y a AMLO en su cinismo y desplante de siempre (pues ya nos tiene medidos) diciendo: “No hay más violencia, hay más homicidios”.
¡Y nadie le dice nada!
¡Los empresarios callados y pactando en lo oscurito mientras al país le quedan menos de tres semanas de libertad si no gana Xóchitl las elecciones!
Winston Churchill, el valiente y sabio exministro británico que movilizó a toda una nación sometida por los bombardeos de la guerra, les dijo a los británicos para infundirles ánimo: “Si pasas por el infierno, sigue adelante”.
Y así lo hicieron, se unió todo el país, incluyendo los mineros que trabajaban bajo la tierra; lucharon, se defendieron del enemigo y salieron triunfantes de aquel infierno.
Estimados amigos: por si no se han dado cuenta, llevamos casi seis años en la oscuridad.
Llevamos 6 años atravesando el infierno, con la diferencia de que aquí no tenemos a ningún Winston Churchill al frente, sino a brujos y brujas haciendo de las suyas.
Pero ojo, ¡mucho ojo! La única salida se abrirá el 2 de junio, y nosotros los ciudadanos decidiremos si la dejamos abierta para seguir adelante y reconstruir a México, o la volvemos a cerrar para sepultarlo.