The Apodaca Jailhouse Blues

Gerson Gómez Detona: Imaginamos al gobernador Samuel García vistiendo como Johnny Cash. En medio de la audiencia. Son los internos del Centro de Readaptación Social de Apodaca Nuevo León.

Está bañado de sudor. Han sido una presentación exitosa. Pasa por su rostro la toalla. Le ofrecen un vaso con agua de la llave. Es suficientemente turbia. Un par de días antes, en la conferencia de prensa confirmó todo el estado cuenta con el vital líquido.

Potable y bebible. Como siempre lo ha sido. Agua pura y de calidad. Samuel observa a todos los internos. Pasa las manos por el vaso. Dice no más preguntas. Suelta la siguiente melodía.

Estalla enrabiado el cristal contra el piso. Al día siguiente aparece nuestra estrella principal en un foro de las Naciones Unidas.

Con el traje más limpio, planchado e innovador, el discurso habla del paraíso. Hemos utilizado un billón de pesos para erradicar la pobreza.

Descendió un punto porcentual la línea extrema. Venimos de un estado del norte de México. En medio del desierto. Cada una de sus frases impactan. Dejan impacto duradero en los traductores.

Desconocen al líder en el concierto de las naciones. La terquedad de perder el tiempo en la inutilidad de sus apariciones.

La multiplicación de comedores sociales públicos lo contradice. Entre los vagabundos de planta, la tragedia de los inmigrantes y los desempleados. La exploración de Samuel navega en el vacío de los desconectados de los temas reales.

Ni agua potable ni abatimiento a la desigualdad social. Quien miente representa la mitomanía misteriosa del entramado político.
Gerson Gómez

Morelense de cepa Regiomontana. LCC con especialidad periodismo (UANL). Doctor en Artes y Humanidades (I.C.A.H.M.). Tránsfuga de la mesa de redacción en diferentes periódicos como El Diario de Monterrey, Tribuna de Monterrey, y del grupo Reforma en el matutino Metro y vespertino El Sol. Escort de rockeros, cumbiamberos, vallenatos y aprendices al mundo de la farándula. Asiste o asistía regularmente a conciertos, salas de baile, lupanares, premieres, partidos de fútbol y hasta al culto dominical. Le teme al cosmos, al SAT, a la vejez y a la escasez de bebidas etílicas. Practica con regularidad el ghosting. Autor de varios libros de crónica como Hemisferio de las Estaciones, Crónicas Perdidas, Montehell, Turista del Apocalipsis, Monterrey Pop y Prêt-à-porter: crónicas a la medida.