Cartucho quemado llega a Monterrey a vender apolillados espejitos
Les platico:
¿Cuántas tarjetas rojas le viene a ofrecer Sergio Ramos al Club de Futbol Monterrey?
En su carrera de 20 años lleva 30 de ese color y 23 amarillas.
No es un tipo de carácter; es irascible, bravucón, soberbio, mamón e irrespetuoso con la autoridad y con sus rivales.
El 15 de abril de 2018, tras un partido entre Real Madrid y Málaga, fue llamado a un control anti dopaje junto a otros jugadores.
Ramos se metió a la ducha antes del examen de orina, algo totalmente prohibido.
Después de 16 temporadas con el Real Madrid, el 8 de julio de 2021 firmó por tres años con el PSG.
Llegó al equipo parisino arrastrando lesiones y solo disputó cinco encuentros el primer año.
Estuvo cinco meses en recuperación hasta que fue convocado por su equipo, pero se quedó en la banca del juego entre PSG y Manchester City.
Tras otro encuentro de la liga francesa, Ramos volvió a alejarse de las canchas debido a una fatiga muscular.
Cuando el dueño del equipo, Nasser Al-Khelaïfi, príncipe de Qatar, exigió al cuerpo técnico darle juego a Ramos para desquitar su monumental salario de 12 millones de euros por temporada, éste volvió a las canchas contra el modesto equipo Lens en el segundo tiempo, pero fue expulsado a cinco minutos de haber ingresado.
Al final de cuentas, se hizo notar por el sello de la casa: las tarjetas rojas.
La empresa regia que patrocina a los Rayados mandó traer a Ramos desde Europa en un jet privado y después de hospedarse en el más lujoso hotel San Pedro Garza García, le tiene reservado un penthouse que ya la quisiera Samuel García, el gobernador de éstas bárbaras y futboleras comarcas del norte.
Llegó con aires de grandeza y los redactores de deportes califican esto como una contratación bomba del fútbol mexicano.
Por lo que va a ganar, lo es:
- $91 millones 894 mil por año.
- $7 millones 757 mil al mes.
- $1 millón 767 mil semanales.
- $10,500 cada hora.
- $174 al minuto, juegue o no juegue.
Mediáticamente puede que sea una bomba.