Las mujeres a la cocina

Sonya Santos DETONA aquí y en El Financiero: Durante siglos, la frase “las mujeres a la cocina” ha sido un mandato impuesto por una sociedad patriarcal que las relegó al ámbito doméstico, negándoles el derecho a la educación, al trabajo remunerado y a la participación política.

Sin embargo, lo que alguna vez fue una limitación se ha convertido en un símbolo de resistencia, evolución y reivindicación.

Las mujeres no solo han estado en la cocina, sino que han transformado ese espacio en un escenario de innovación, creatividad y liderazgo.

Desde las abuelas que preservaron recetas ancestrales hasta las chefs que hoy dirigen restaurantes con estrellas Michelin, pasando por las investigadoras que estudian la gastronomía como un fenómeno cultural, la cocina ha sido un lugar de poder, no de sometimiento.

Históricamente, la cocina fue uno de los pocos espacios donde las mujeres podían ejercer control y autoridad

Aunque se les negó el acceso a las grandes cocinas de las cortes europeas, donde los hombres dominaban como cocineros de la aristocracia, ellas utilizaron su conocimiento culinario para mantener viva la cultura de sus comunidades.

En la mayoría de las sociedades fueron las guardianas de recetas transmitidas oralmente de generación en generación, preservando tradiciones que de otro modo se habrían perdido.

Por ejemplo, en México, las mujeres indígenas han sido fundamentales en la conservación de técnicas ancestrales como la nixtamalización del maíz, base de la dieta mesoamericana.

Pero los tiempos han cambiado, nosotras, hemos escalado poco a poco, y en muchos de los casos se ha requerido justificadamente de una forma determínate para lograr diferentes objetivos y erradicar la opresión. 

La lucha no se ha limitado a las ollas y los fogones

Desde las sufragistas que exigieron el derecho al voto hasta las científicas, empresarias y activistas que hoy desafían los diferentes obstáculos, las mujeres han demostrado que su lugar es donde ellas decidan estar.

Y esa batalla también ha sido larga. Aunque Nueva Zelanda fue el primer país en reconocer el sufragio femenino en 1893, otros países tardaron décadas en hacerlo:

  • En Francia no pudieron votar hasta 1944.
  • En México hasta 1953.
  • En Suiza hasta 1971.
Aún hoy, en algunos lugares, el derecho al voto sigue restringido por cuestiones de género o de otro tipo
https://youtu.be/2pxlltyDYV4

Desde la perspectiva laboral, la economista Claudia Goldin, ganadora del Premio Nobel de Economía en 2023, demostró en su investigación que la brecha salarial de género no se debe únicamente a la discriminación directa, sino a dinámicas estructurales relacionadas con el trabajo y la familia.

Su tesis evidencia cómo, históricamente, las responsabilidades domésticas y de cuidado han recaído en las mujeres, limitando su acceso a mejores oportunidades laborales y económicas.

Goldin explica que, incluso cuando han ingresado masivamente al mercado laboral, persisten desigualdades que frenan su progreso

En el caso de nuestro País, una investigación evaluó la discriminación salarial por género en la industria manufacturera de la frontera norte de México entre 2005 y 2011.

https://vimeo.com/1063913942

Los resultados indican que, en promedio, las mujeres ganan aproximadamente un 13% menos que los hombres debido a la discriminación salarial.

Sin embargo, esta brecha disminuye significativamente en el caso de las que cuentan con educación profesional.

A pesar de los avances en equidad de género, las mujeres siguen estando subrepresentadas en puestos de liderazgo.

Según un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), menos del 30% de los puestos directivos en el mundo están ocupados por mujeres.

Este fenómeno, conocido como "techo de cristal", refleja las barreras invisibles que impiden su ascenso profesional, ya sea por sesgos de contratación, falta de redes de mentoría o expectativas de disponibilidad total en entornos laborales poco flexibles.

Aunque hemos logrado avances en la lucha por la igualdad de género, aún queda mucho por hacer.

Las mujeres han demostrado su fuerza y capacidad para transformar el mundo, pero la lucha sigue, desde los organismos internacionales hasta los hogares y las calles.

Cada paso hacia la equidad debe ser un recordatorio de que el futuro se construye con igualdad y respeto.

Continuemos alzando la voz y desafiando las normas, porque el cambio es posible y las mujeres son el motor de la evolución social.

Además, es crucial no olvidar la terrible violencia de género, que incluye el abuso físico, emocional, sexual y psicológico.
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Galería BRAVA:
https://vimeo.com/1015118818
Sonya Santos

Investigadora de gastronomía y cultura. A dictado conferencias y juez de concursos de artesanía. Miembro del patronato del Museo de Arte Popular, Museo Tamayo y Museo José Luis Cuevas. Autora del libro sobre mercados de México: "Pásele Marchanta".