Confesiones / México, 2023
La nueva película del director Carlos Carrera, que en su momento escandalizó con su El Crimen del Padre Amaro, ahora presenta otro tema escandaloso.
Una familia sufre el secuestro de su hija menor. Pero cuando el secuestrador llega a la casa, no quiere dinero, quiere escuchar una confesión de uno de sus integrantes.
Precisamente esta película es de secretos, más que de confesiones.
El peso de incontables actos que jamás verán luz, y las personas que cargan con esos secretos que viven su cotidianidad como si nada. La gente que vive y hace esos delicados malabares es retratada por Carrera de una forma interesante, aunque mucho de lo que maneja se le agota en 15 minutos.
La familia compuesta por Claudia Ramírez, Luis Gnecco y Emilio Rafael Treviño refleja una imagen casi perfecta: todos viviendo en un balance reflejado desde la impecable casa digna de ser envidiada, hasta a la madre teniendo en orden todo, el padre siendo el perfecto proveedor de ellos y el adolescente hijo que vive su rebelde vida, pero cumple con la familia.
Sucede el secuestro y todo se derrumba en todos los aspectos posibles cuando el secuestrador (Juan Manuel Bernal) muestra un sádico perfil, y lo peor es que hasta cierto punto es justificable (más no aceptable) lo que está causando en la familia.
Pero volvemos a lo mismo del Cine Mexicano.
No es un guion original, es una adaptación de Alberto Chimal (Escritor de 7:19, sobre el terremoto del DF de 1985) de la película española Bajo la Rosa del 2017, casi al pie de la letra y casi cuadro por cuadro.
La versión tropicalizada de Carrera parece un episodio laberintesco de esas series de Netflix tipo ¿Quién Mató a Sara?, o por igual Black Mirror... o sea todo pudo hacerse, platearse y realizarse en una hora, donde se pudo dar pie del por qué está sucediendo todo en un paquete más compacto.
En realidad, tanto la original española como la adaptación mexicana, expresan algo muy certero: todos viven de secretos de toda magnitud. Unos fuertes, otros mínimos, otros peligrosos y escondidos en la profundidad de la existencia.
Uno de los personajes expresa tal cual eso en un soliloquio perturbador y de terror total. Cómo se puede anteponer un secreto sobre la integridad de personas y luego irlo liberando como si nada… de hecho esa escena a cargo de ese personaje, increíble.
Secretos nacen, otros se generan por si solos, otros mueren, otros quedan enterrados o se crear otro secreto para tapar un secreto.
Definitivamente, el ser humano es perfilado por los secretos que entierra en la profundidad de su ser: Escondo secretos, por lo tanto, existo.