¿Dónde quedó el deporte con reglas justas y humanas?

La boxeadora argelina Imane Khelif no pasó una prueba de género, y así lo dejaron participar en los Juegos Olímpicos de París 2024.

Esta es la triste historia de la italiana Angela Carini, quien fue golpeada duramente por Imane Khelif, biológicamente hombre, pues disputaron su primer combate en un encuentro que duró solo 46 segundos.

La pelea terminó de manera abrupta cuando Carini, después de recibir un fuerte derechazo en la cara, gritó: “Mi ha fatto malissimo (Me duele muchísimo)” y decidió retirarse.

Definitivamente, esto no es justo para el mundo del deporte permitir competir a una persona que se autoidentifica como mujer, pero que biológicamente tiene una carga genética de hombre.

La fuerza entre un hombre y una mujer NUNCA va a ser equilibrada, por naturaleza, el hombre es 30% más fuerte que la mujer.

Aunque Imane Khelif se percibe y es una mujer, su cuerpo y sus reacciones son las de un hombre, por lo tanto, le brinda ventajas significativas en disciplinas que demandan fuerza y resistencia, sobre todo, en el boxeo.