Esconden a Claudia Sheinbaum durante su visita a Monterrey
Todavía no gana las elecciones del 2 de junio y Claudia Sheinbaum Pardo, candidata de Morena a la presidencia, fue tratada con investidura de "señora presidenta" durante el primer acto que encabezó en Monterrey con un grupo de militantes promotores y defensores del voto.
La blindan
La abanderada de la Coalición Juntos Seguimos Haciendo Historia, que conforman Morena, PT y PVEM, fue objeto de un "blindaje" especial para evitar acercamientos con la prensa, al grado de que ingresó casi a "escondidas" a las instalaciones del Salón Magno de Cintermex donde se realizó la "Reunión de Organizaciones con Estructuras".
Decomisan celulares
Desde las 8 am empezó la llegada de contingentes de morenistas al lugar; accedían a un registro; dirigentes de brigadas se aseguraban de que aparecieran en una misteriosa lista para después, antes de iniciar la reunión, "decomisarles" sus teléfonos móviles.
"¿Cómo sigue el niño?", se escuchó decir a un hombre delgado, de barba incipiente ataviado con una camiseta guinda en la que se leía "4T en Defensa del Voto" y una gorra con las siglas de Morena.
"Te encargo a mi hijo, voy a colgar porque nos están quitando los celulares", expresó con rostro desencajado el sujeto.
Este reportero logró tomar en exclusiva algunas fotos y captar un vídeo hasta que fue interceptado por una de las organizadoras que se identificó con el nombre de Sandra Gil, de la campaña de Claudia.
"Disculpe, ¿para qué está tomando video?, es que no están permitidos los celulares?", me dijo la mujer con tono "chilango".
"¿Quién me lo impide?", le pregunté.
"Sandra Gil, del equipo de la campaña, mucho gusto, es que este es un evento privado por favor se lo encargo", expresó para luego dar instrucciones a un guardia de seguridad de que me mantuviera a raya y siguiera de cerca mis pasos.
Después del incidente fui a la planta baja de Cintermex en compañía de Plácido Garza, Director General de Detona Real News.
Minutos más tarde traté de regresar al sitio y, a punto de subir las escaleras eléctricas, me cerró el paso un vigilante que dijo llamarse Ángel.
"Tengo instrucciones de no permitirle a usted el acceso", me indicó con voz imperativa.
"¿Por qué, si no me conoces, quién lo ordenó?", le dije.
"Los encargados", respondió y me amenazó con ser detenido por otro filtro de seguridad.
Ya impedido de realizar mi actividad periodística constaté la llegada del exdiputado Waldo Fernández González, candidato al Senado de la República por Nuevo León, y de Héctor Gutiérrez de la Garza, delegado estatal de la Secretaría de Gobernación, quien me comentó que Claudia venía ya en camino desde el Aeropuerto.
Era cerca del mediodía y se disponía a participar en el evento que arrancó a las 10 am.
Volví a intentar ingresar de manera encubierta portando una cachucha con el logo de Morena y otra vez Angel el de la guardia no se tragó el señuelo: "usted no puede pasar" me freno en seco.
¿Qué dijo Claudia? Muy poco.
Claudia fue parca al hablar, solo externó al final: “Es una reunión interna con los militantes de Morena, es (para) darnos ánimos entre todos", diría, escoltada por la ahora vocera de su campaña, la ex panista Tatiana Clouthier Carrillo y por Viridiana Lorelei Hernández, sobre quien pesan serías sospechas de lucrar con candidaturas a alcaldes y diputados en Nuevo León.
Pero la protección de la Secretaria General de Morena en el país, Citlali Hernández Mora, hasta ahora la ha cubierto de impunidad.
Como periodista, cubrir el primer evento de la candidata presidencial de Morena en su gira relámpago por la entidad, fue una jornada desagradable, aunque debo decir también, divertida y de mucha adrenalina.
Percibo que sus nuevos asesores la "han secuestrado" y la aíslan de los generadores de opinión pública, en un tramo trascendente que aún debe recorrer para ceñirse la banda presidencial.
A estas alturas, las malas decisiones pueden convertir sueños en pesadillas y derrumbar su proyecto político.
Por mi parte, de mejores reuniones me han corrido.