Inequidad en el 2022
La distribución de la riqueza ha sido uno de los grandes pendientes de nuestros modelos de desarrollo y convivencia social, y es que hacen falta de herramientas que promuevan la igualdad de oportunidades y una mejor distribución de la riqueza generada.
Recientemente fue publicado el Reporte Mundial de Inequidad 2022, el cual indica para el caso mexicano, que este problema ha sido una constante en los últimos 121 años de vida de nuestra nación, especialmente durante los últimos 30 años, donde la riqueza generada se concentra en muy pocas manos.
De acuerdo con el reporte, en nuestro país el 10% de la población más rica concentra el 57% de los ingresos totales.
Es decir, un ingreso per cápita promedio de 1.3 millones de pesos al año, dichos montos son 30 veces superiores al 50% de la población más pobre, cuyos ingresos anuales per cápita ascienden a 43 mil pesos, es decir, reciben 9% de los ingresos totales de México.
El estudio muestra la falta de herramientas de política pública que permita una mejor distribución de la riqueza y la inequidad de oportunidades.
De hecho, durante los últimos tres años, los programas de apoyo económico han favorecido más a quienes más tienen; desarrollar programas asistenciales sin criterios de selección, permite que quienes ganen más perciban un apoyo asistencial sin requerirlo realmente.
Del mismo modo, el estudio indica la caída de la participación de la mujer en la captación de ingresos, derivado de actividades laborales formales, la cual alcanzó 33% de las mujeres en edad productiva, cuando el promedio en América Latina es de 35%, siendo Brasil y Argentina con 38% y 37% respectivamente, las naciones con los porcentajes más altos y por debajo de Europa, donde las mujeres alcanzan casi 40% de los ingresos.
La equidad y distribución de la riqueza en México es una meta aspiracional a la que difícilmente se le podrá dar solución desde la 4T; aún con todos los programas de apoyo asistencialista en los que se finca la visión del progreso del país.