Las fiestas decembrinas en las redes sociales
¿Para qué creer que todo es perfecto y para que ser alguien que espera que los demás lo seas?
Estas épocas nos recuerdan cosas bellas, pero también para algunos, nos brinda angustia. La Navidad y el Año Nuevo es bello por las festividades, las decoraciones, los regalos, diversidad de comida, las fiestas y las reuniones familiares.
Todo esto implica que uno piense en el regalo perfecto, en la decoración ideal y la puesta del pino más hermoso que el del año pasado.
Saca tu agenda y aparta los días de las posadas con los amigos, con tus grupos de distintos compañeros, con tus amigos de la Universidad, en algunos casos, las de tus compañeros de la escuela, y las juntaditas con los primos... y no puede faltar la Navidad y el recalentado con la familia.
La postal de Navidad que mandarás a todo aquel que tengas en WhatsApp, y que no se te olviden los detalles para tus vecinos.
Acompañar a tu hijo o hijos a su bailable navideño del colegio, los regalos de los maestros... y el recalentado con tu familia política resulta que será en tu casa.
Ninguna prenda de vestir te queda porque aumentaste unos kilos de más por la ansiedad, la comida, las prisas, yo que sé... Nada te queda y tienes que envolver regalos.
Las fotos para las redes sociales, tanto de amigos reunidos o de la familia, pretendiendo en algunos casos que todos son felices y que todo está bien, cuando en cada foto, se esconde el pleito de pareja para salir de casa a tiempo a alguna reunión, un posible divorcio, un hijo que necesita clases especiales, un tío o tía alcohólica, algún hermano o amigo que siempre dice la cosa incorrecta, en el momento más inesperado. No puede faltar los sobrinos en su tablet o celular huyendo del momento aburrido.
Que fluyan las botellas de vino y a sacar la caja de los mismos que encontraste en una tienda de convenencia, a último minuto, donde la gente se peleaba por el inventario navideño que quedaba en oferta, y las filas para comprar duran horas. ¡Por supuesto! Porque no podía faltar el aprendiz que contrataron para estas fechas porque la tienda no se da abasto y no le entiende a la caja registradora.
Llego el momento para irte a arreglar, pintar, peinar... y no alcanzaste a comprar la botana que prometiste llevar o hacer. Es tiempo de asaltar tu despensa, sacar la imaginación y crear entradas con las sobras que encuentras en tu casa, ¡Un poco de mermelada al queso panela y listo!
Hora de convivir, intercambiar regalos, cenar, o comer, dependiendo de la reunión.
Tu regalo resultaron ser unas pijamas de parte de tus padres, algo que no comprarías, pero que ellos creen indispensable, para que no pases frío este invierno.
En algunas reuniones, los villancicos, el niño Dios, pedir posada, la piñata para los niños, los juegos artificiales, el acomodo de los invitados. Niños en un lado y los adultos en la mesa principal. ¡Obvio! No existen mesas de 20 y tantas personas, solo caben el palacio de Buckingham. Así que a decorar e improvisar lugares extra en la sala, cocina y comedor.