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Para celebrar al niño, ¿qué tal si le ponemos el nombre de Pipo?

Les platico: ya ni me acuerdo cómo se llamaba antes, pero ahora se llama “José Marroquín Leal”, “Pipo” para los amigos.

Ah, ya recordé, hasta antes de que ese famoso payaso muriera, la calle de marras se llamaba Privada Alameda y en el cruce con Espinosa están todavía las instalaciones de Televisa Monterrey.

En aquellos años, ahí estaba la estación XFB-TV, Canal 3 y todos los días -de lunes a viernes- desde poco después de mediodía se formaban filas que casi le daban la vuelta a la manzana a esa esquina.

Eran padres, tíos, hermanos o abuelos que llevaban a sus hijos, sobrinos, hermanos o nietos a uno de los más populares programas que pasaban por ese canal: El de Pipo, que había comenzado a transmitirse desde 1964.

A veces algunos niños solos, por su cuenta se formaban, pero los porteros del Canal no los dejaban entrar a ver el programa, pues se tenían que sacar pases por teléfono.

RUGIDORES Y CÍNICOS -PERDÓN- REGIDORES Y SÍNDICOS...

El 6 de febrero de 1998 murió Pipo a sus 64 años de edad y como homenaje, el Cabildo de Monterrey se dio a la sesuda, ardua y concienzuda tarea de dedicarse por siete sesiones a dirimir el delicadísimo asunto de si procedía o no cambiarle el nombre a la calle Privada Alameda.

Incluso los diputados del Congreso local intervinieron, porque tenían que avalar el dictamen de los “rugidores” -perdón, regidores- y “cínicos” -otra vez perdón- síndicos del ayuntamiento regio.

Total que un mes después de la muerte de Pipo, el oriundo de La Colmena, en Allende, NL, José Marroquín Leal, ya tenía una calle con su nombre.

El 30 de abril de aquel año, se realizó en esa esquina una ceremonia con bombo y platillo para celebrar el Día del Niño.

Fue el regalo que se les ocurrió al Municipio de Monterrey y al Estado de NL darle la niñez no solo local, sino nacional.

¿POR QUÉ LES PLATICO ESTO?

Porque así como ahora la mencionada privada lleva el nombre de un famoso payaso, también cambió el nombre de Veracruz, que por culpa de regidores, síndicos y diputados locales ahora se llama Veracruz de Ignacio de la Llave.

Lo mismo sufrió el nombre de Querétaro, que por la misma razón lleva ahora el apelativo de Santiago de Querétaro.

Un día, a cierto iluminado que era diputado o yo no sé, se le ocurrió la peregrina idea de cambiarle el nombre a Nuevo León, para que adoptara el de “Nuevo León de Padre Mier”.

Lo mandaron por un tubo, pero como era muy persistente, lo intentó con Monterrey y sufrió la misma suerte.

Nos libramos, pues, de semejante engendro. Pero no ha sucedido así con muchísimas entidades o ciudades o calles de México que sufren tal pena.

MARCELO GARZA

Recuerdo que a una callecita que está a un costado de donde operan los policías ministeriales de NL, le pusieron el nombre de “Marcelo Garza” en honor de quien fuera comandante de esa corporación.

Marcelo fue asesinado el 7 de septiembre de 2006, era hijo de un experimentado investigador y director policiaco a quien le apodaban “Manix”Alejandro Garza Delgado.

Es fecha que todavía no se sabe quién fue el perpretador, quién el tipo que lo ejecutó por la espalda en la plaza Fátima de San Pedro Garza “Treviño de Hoyos” -perdón, San Pedro Garza García y por añadidura, nadie ha pagado por tal delito.

Conozco a un sobrino de Marcelo y me dice que todavía, la familia no pierde la esperanza de que encuentren a los responsables del asesinato de su tío.

Qué mejor manera de honrarlo sería, que hacer justicia, ¿verdad?

AHORA, LEAN ESTO

Según información obtenida por mi BigData en el INEGI y fuentes relacionadas, el año 2019 cerró con 3.2 millones de niños entre 5 y 17 años que trabajan en México.

Representan el 11.4% de la niñez mexicana.

Contra lo que dicen las retóricas y verborréicas arengas del gobierno en todos los niveles, el trabajo infantil NO está erradicado de México.

La última Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI) se realizó en el 2019. Ese año, de los referidos 3.2 millones de niños que trabajaban en México, el 55% lo hacía SIN SALARIO ALGUNO.

Esto a pesar de que la Ley Federal del Trabajo prohíbe el trabajo de menores de 15 años y permite que lo hagan los que tienen entre 15 y 17 años, siempre y cuando hayan terminado su educación básica obligatoria.

La misma ley prohíbe el trabajo de menores de 18 años en actividades que pongan en riesgo su desarrollo y salud, física y mentalmente.

El INEGI entrevistó en el 2019 a 82,888 personas de entre 5 y 17 años para conocer cuántos estaban involucrados en trabajos prohibidos y en qué condiciones lo hacían.

Labores restringidas para los niños: minas, agropecuarias, bares, cantinas y el quehacer doméstico. ¿Las armas? Ni se diga.

El 61% de los niños que trabajan en México son del sexo masculino y el restante 39% del femenino.

ANTE ESTO, ¿DÓNDE ESTÁN LOS SÍNDICOS, REGIDORES, DIPUTADOS, ALCALDES Y GOBERNADORES?

Ah, ya sé, muy ocupados cambiándoles de nombre a calles, ciudades y estados.

Aunque desde el pasado Domingo de Resurrección y los siguientes días de Pascua, los diputados de oposición como que se han reivindicado con el la ciudadanía al darle palo a la reforma eléctrica AMLO-Bartlett, de todos modos nos quedan mucho a deber.

Uno de esos campos de su deuda es ¿qué demonios andan haciendo como para permitir estos degradantes datos relativos al trabajo infantil en México?

SALUDOS DE LUIS DONALDO COLOSIO RIOJAS DESDE NY

Ayer que íbamos al Teatro de la Ciudad a ver la ópera “La Légende de Rudel” de MOS, había un embotellamiento de los mil diablos frente al palacio municipal de Monterrey.

A las 7 y media de la noche estaban terminando de montar en la Plaza Zaragoza los juegos mecánicos para celebrar hoy el Día del Niño con una feria de rancho, con perdón de los ranchos.

A esa hora estaba terminando una “sesión ordinaria” del Cabildo regio, y siendo las 19 horas con 53 minutos, el alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas, declaró vía zoom, clausurada la celebración de dicha sesión, desde el bar o restaurant neoyorquino donde se encontraba transmitiendo con “serias dificultades de conexión”.

Ininteligiblemente algo dijo de que si lo miembros del Cabildo hacían su jale, que la patria os lo premie y si no, pos que se los demande…

Sabrá Dios a quiénes se refirió con eso, seguro no fue a sus amigos de pachanga, a juzgar por las risotadas que se aprecian en los dos videos.

Salú, joven alcalde, salú por la salud. ¡Hic, Hic hurra!

CAJÓN DE SASTRE

“De todos modos, ¡feliz Día del Niño!”, dice la irreverente de mi Gaby.

PD 

No sé dónde están los expertos en comunicación que “asesoran” al alcalde, como para evitarle un oso de este tamaño.