¡Que siga la corrupción!
Nada hizo más feliz a los morenistas que en primera fila escuchaban el discurso de Claudia Sheinbaum que oírla decir:
“Que siga la corrupción!"
Los rostros, de entrada, de los hijos del presidente López Obrador se iluminaron ante la promesa que, seguramente, será cumplida en forma y fondo si la candidata del mandatario tabasqueño llega a ganar las elecciones presidenciales del próximo 2 de junio.
Habían transcurrido unos minutos del discurso de Sheinbaum cuando soltó ante un zócalo lleno, en su mayoría, de acarreados, que había dos opciones para la presidencia de la República:
La suya, que ofrecía siguiera la corrupción y… de inmediato trató, tardíamente, de recomponer lo que ya había salido desde el fondo de su alma: "¡que siga la corrupción!, y de una vez, ¡que viva la corrupción!"
¡Ah que subconsciente tan traidor!
En el gigantesco escenario donde, sus opositores dicen la traicionó el subconsciente, estuvo acompañada de los candidatos a las gubernaturas de varios estados que también este 2 de junio cambiarán de estafeta.
La sorpresa dio paso a la satisfacción de que su candidata a suceder a López Obrador en la presidencia de México, les anunciaba el permiso para corromperse y corromper a todo aquel que deseara prosperar en un país donde la corrupción escurre desde el más alto escalón hasta el más pequeño.
Nunca, el tabasqueño barrió la escalera como lo prometió cuando esa noche del 2018 el INE lo declaró ganador con más de 30 millones de votos.
Abajo, entre los invitados especiales, separados del pueblo bueno que “voluntariamente” acudieron a aplaudirle a la candidata que se comprometió a cuidar el legado -de corrupción y muerte- que va a dejar su padre político en siete meses, estaban los López Beltrán:
- José Ramón, el del jet set y las mansiones.
- Andrés, o Andy, como se le conoce en el bajo mundo de la extorsión y el robo y Gonzalo, alias “Boby” que se encarga de organizar a los prestanombres de las empresas que hacen negocios multimillonarios con las obras de su papá, también respiraron con satisfacción:
¡Que siga la corrupción!
¡Sí señores, que siga y también la impunidad! ¡Vaya mensaje!
La señora Sheinbaum quiso presumir de oratoria, de no necesitar telepromter como la opositora de enfrente, pero cometió el error que por la mañana del viernes, Roy Campos, uno de los encuestadores que la colocan 30 puntos arriba de Xóchitl Gálvez, había dicho sería el factor para hacerla caer.
Claudia no necesito el ¡cállate chachalaca! que en 2006 hizo perdiera la elección Andrés Manuel, lo suyo no fue una ofensa a un presidente en turno.
Fue la advertencia a los mexicanos que queremos un país libre de ladrones, que de ganar la elección presidencial seguirá la corrupción ejecutada y permítala por el tabasqueño que, no lo dudo, estaba al pendiente de lo que dijera su criatura.
¿La traicionó el subconsciente?
Para salir de dudas consulte a Don Google, quien me respondió:
“Alude a un antiguo término utilizado en psicología y en psicoanálisis para referirse a lo inconsciente, a lo débilmente consciente o a lo que, por encontrarse por debajo del umbral de la conciencia, resulta difícilmente alcanzable”.
¡Ah! Entonces no fue el subconsciente el que la hizo gritar ante, dice Martí Batres, 350 mil personas, que de ganar seguirá la corrupción, más bien, fue la realidad que los permea desde 2018 en que hicieron suya la corrupción.
Claudia Sheinbaum es sinónimo de López Obrador:
- Piensa y actúa como él.
- Camina y habla como él.
- Miente y traiciona como él.
Gusta y disfruta de las comodidades que brinda el dinero.
Es corrupta y corrompe al que se le pone al lado, de frente o detrás con tal de ser benefactora y beneficiada de esta mujer que promete un segundo piso de terror para México y cuidadora incondicional del legado de corrupción y muerte con que pasará a la historia el tabasqueño.
Esperemos que el propagandista de López Obrador, Epigmenio Ibarra, quien grabó el numerito de Sheinbaum en su arranque formal como candidata a la presidencia de México 2014-2030 no edite el compromiso de...
¡Que siga la corrupción!
Si lo hace no importa, no podrá borrarlo de la mente de los millones de mexicanos que ya tienen otro Hashtag para acompañar a Claudia durante sus tres meses de campaña.