¿A qué viene el perseguido Alito a Monterrey?
Durante todo el día previo hubo un galimatías de versiones que confirmaban y negaban su visita a estas bárbaras, inseguras y sedientas comarcas del norte.
Con decirles que la alcaldesa del municipio donde sería la reunión con unos 150 priyistas locales, no estaba enterada del mentado desayuno que sería ofrecido para el polémico y acosado campechano.
Para salir de las dudas, llamé a un connotado ex presidente del PRI que lo fue hace varios años en San Pedro Garza García, y aunque me autorizó a mencionar su nombre, no lo hago para evitarle una que otra mentada de madre, porque lo aprecio mucho, de verdad.
Es que lo menos que me dijo de Alito -en su opinión- es que si algo le faltaba al PRI para anunciarlo formalmente muerto, era tener a un presidente nacional como el que hoy por hoy es el puerquito de la gobernadora de Campeche, Layda Sansores.
Después de media hora me regresó la llamada para decirme que de tal desayuno con Alito no había encontrado ninguna confirmación.
Es más, mi amigo habló con uno de los seconds de la mentada alcaldesa y le dijo éste que no, que en el lugar mencionado dentro de su territorio, no sabían nada de la citada reunión.
Luego busqué a otro connotado priyista de una generación más joven que el anterior, ex dirigente de la CNOP y ex alcalde de un municipio al poniente de Monterrey, y resultó en decirme todo lo contrario.
Me aseguró que el desayuno con Alito claro que se haría, en el lugar que fue filtrado de manera extra oficial.
Presto acá, su irreverente servidor, pasó a pedirle que si me haría el favor de incluirme en la lista de invitados.
Y presto me respondió que claro que sí. Es más, amable y diligentemente se ofreció a esperarme a la entrada del lugar para evitarme cualquier inconveniente.
No resistí la tentación de volver a llamar a mi amigo, el ex presidente priyista de San Pedro y se mostró extrañado.
Dijo que ni aunque lo invitaran iría porque conociéndose cómo es, no se aguantaría para decirle en su cara a Alito lo que de él opina.
A lo mejor los organizadores del aquelarre mañanero, conociéndolo como es, prefirieron que ni se enterara del asunto.
Y categóricamente me dijo: "Si tienes algún problema para que te dejen entrar, diles que vas en representación mía y si todavía es necesario, me pasas a cualquiera de los organizadores para pedírselos yo mismo".
¡Ajúa!
Esos son amigos, no los que a cualquier tímida, inocente e indirecta alusión mía, andan ahí -¡hay!- poniéndose vulgarmente el saco...
Pues el otro asunto es que hoy estaré apersonándome a las merititas 8:30 de la madrugada -por ser sábado- a las puertas del recinto que recibirá al multimentado -y también multigrabado- Alito Moreno.
¿Que a qué viene? Ah, pues para que mis lectores no anden con elucubraciones preñadas a la distancia de las redes y medios sociales, con enorme gusto se las estaré platicando en mi próxima columna, que prometo escribir hoy mismo sábado 16 de julio.
Que me la publiquen mis editores el mismo día que esta donde ahorita me leen, es otra cosa, pero de que la voy a escribir, la voy a escribir.
Cambio y fuera.
CAJÓN DE SASTRE
“5-4 y por favor, 5-5”, remata la irreverente de mi Gaby, en las claves policiacas que significan: “entendido” y “pase el comunicado”, respectivamente.