Se subieron al ring OXXO y CFE

Antes de atar las cosas, la realidad es que hay otro problema más serio.
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OXXO recibió un golpe mediático provocativo, típico de los que lanza nuestro presidente, y no quisieron dejar la copa en el aire porque, así como razona el presidente “nadie es florero de nadie” y entonces se vale contestarle.

Lástima que la contestación de OXXO sonó a un simple "no es cierto" y no se fueron al fondo del asunto para que todos entendamos las aristas de la situación con CFE y así evitar que hasta el presidente -que no es ningún experto- regrese a la trampa de ahondar los fronteras del estado y reducir las de la sociedad.

Desde su fundación, el mejor negocio de la CFE (lo que les deja más) es el cobro por la transmisión de la energía a sus destinos, sean hogares o negocios. Lo anterior se desprende de la misma información que uso la CFE para rebatir a OXXO y que es fácilmente consultable en: https://app.cfe.mx/Aplicaciones/OTROS/Boletines/boletin?i=2450

Lo que la CFE nunca ha podido es estar a la par de los avances tecnológicos en generación y control de la distribución de la energía.

Esto ha sido así porque con total docilidad, los consumidores cautivos pagamos lo que nos pongan enfrente sin chistar y además no hay para donde hacerse. La CFE fue un monopolio que, como todos, terminan por ser ineficientes y atrasados, y esos costos los pasan a los consumidores.

Las reformas sucesivas fueron cambiando el panorama para permitir, primero la generación para autoconsumo, y luego la inversión en generación eléctrica de otros agentes económicos privados en el sector, reservando para la CFE el monopolio de la distribución.

Finalmente, lo más complejo para la CFE fue la obligación de despachar primero las energías mas baratas y así, pero da la casualidad que la CFE es la mas cara y entonces su capacidad de generación se pierde cuando el Centro Nacional de Energía no usa primero la producida por CFE.

Ahora bien no todo es culpa de la CFE: la energía eléctrica no se puede almacenar para consumirse luego, a menos que se invierta una millonada en plantas para electrolizar y producir hidrogeno u otro compuesto que si se pueda almacenar, para usarlo luego en generación cuando sea requerido ante la variabilidad de la demanda, y que además resulte rentable hacerlo.

Antes de atar las cosas, la realidad es que hay otro problema más serio.

El gobierno federal ha usado la energía desde siempre para buena parte de sus programas redistributivos y electoreros mediante las tarifas a sectores económicos menos favorecidos o de interés político. Recuérdese cuando recién iniciada esta administración, se condonaron adeudos con CFE de gente de Tabasco.

Podía hacerse porque existía el petróleo de sobra para gastarlo en lo que lo deseara el presidente de turno. Hoy el gobierno sigue con un gasto ineficiente pero ya sin la renta petrolera, mientras CFE y PEMEX demandan cada vez más inyección de recursos para sostener todos sus males y vicios.

La apreciable desesperación de Bartlett por querer cumplirle a su jefe y que no se trastoquen los programas sociales que esta administración diversifico y expandió sin sustento financiero, así como los absurdos proyectos y decisiones de inversión que solo pueden sostenerse con otra fuente de ingresos y el gobierno ya decidió que fuera la CFE y los hogares mexicanos.

Por supuesto que existen muchas alternativas para mejorar el estado de cosas pero las burocracias carecen de incentivos para moverse en la dirección de mejora continua de sus procesos internos que los lleve a ser rentable sin representar una carga para los mexicanos.

Carlos Chavarría

Ingeniero químico e ingeniero industrial, co-autor del libro "Transporte Metropolitano de Monterrey, Análisis y Solución de un Viejo Problema", con maestría en Ingeniería Industrial y diplomado en Administración de Medios de Transporte.

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