Valores
En los últimos meses hemos estado reflexionando de la importancia que tenemos en Nuevo León y en México por volver a nuestros valores básicos, aquellos que caracterizaron a las grandes mujeres y hombres que construyeron lo que hoy tenemos, como una medida prioritaria para recuperar los espacios que hemos ido perdiendo por la descomposición del tejido social y la construcción de estereotipos de personajes que invitan a nuestros jóvenes a la búsqueda del dinero fácil, el poder, el sexo y todo tipo de placeres, incluyendo el abuso de drogas y alcohol que genera graves problemas de adicciones.
Incremento de adicciones, embarazos no deseados, concepción involuntaria desde la niñez y adolescencia, transmisión de enfermedades sexuales, aumento de la violencia intrafamiliar y, nuevas formas de delinquir son entre otras...
...las consecuencias de un tejido social que se ha ido deteriorando con el paso del tiempo desde hace varias décadas y que hoy lamentamos al percatarnos de todo lo nocivo que esto trae a nuestras familias y a nuestras comunidades.
Quizás sea momento de retomar programas y acciones que tuvieron historias de éxito en el pasado reciente y que con el paso de los años se fueron marginando como muchas veces sucede con estos programas que posiblemente desde el punto de vista político, no sean importantes porque no se traducen fácilmente en votos o en preferencias electorales.
En el tiempo que llevo dando talleres, pláticas y conferencias sobre adicciones, codependencia y promoción de valores, me queda claro que este tipo de actividades son fácilmente sustituibles porque quizás para quienes organizan no les deja grandes ganancias políticas o de imagen, además de que seguimos viviendo en sociedades que niegan que estos factores se presenten entre nosotros.
Por ello muchas veces inicio mis pláticas agradeciendo a los que se dieron cita a escucharlas, porque con ello demuestran que existe un legítimo interés en estos temas, aunque seguramente son más taquilleros algunos otros con promesas muy atractivas y títulos muy sugestivos del tipo “cómo hacerse millonario en unos cuantos meses”, “cómo hallar la felicidad con tan solo cinco pasos”, “cómo crear abundancia”, “cómo encontrar a mi pareja ideal” y otros similares que resultan de gran expectativa.
En muchas ocasiones no se trata de inventar el agua tibia, sino de relanzar iniciativas exitosas que ya dieron frutos en algún momento.
Tal es el caso de la ley promovida por el gobernador de Nuevo León en 2007, José Natividad González Parás, publicada ese año en el periódico oficial con el título “Ley para la promoción de valores y cultura de la legalidad en el estado de Nuevo León”, que sufrió su última reforma el 21 de junio de 2017, aunque mantiene la esencia para la que fue promulgada y que entre otras acciones incluye la creación de un Consejo Estatal encargado de esas tareas, como un organismo autónomo ciudadano de interés público con presupuesto otorgado directamente por el Congreso del Estado.
En este consejo cuando fue creado participaban universidades, cámaras empresariales, medios de comunicación, iglesias, organismos no gubernamentales y algunas dependencias de la administración estatal, por lo que valdría la pena que el actual gobierno del estado lo revisara y lo reactivara en un momento en el que estamos convencidos de que, más allá del combate a la delincuencia a través de las corporaciones de seguridad, la reconstrucción del tejido social, el regreso a los valores y la prevención de consumo de drogas, pueden ayudar de manera sustantiva a cambiar nuestra dolorosa realidad.
Al ser temas que desde siempre me han interesado, recuerdo con alegría cuando esta iniciativa fue lanzada y de todos los logros que ahí están en los archivos históricos, dentro de los que destaca la organización del Encuentro Mundial de Valores que se realiza año con año hasta la fecha.
Como lo he venido expresando:
Si cada uno de nosotros hace lo que nos corresponde para tratar de revertir el camino que nos ha conducido a una sociedad sin valores, seguramente podremos hacer muchas cosas...
...porque somos más los buenos que los malos y porque finalmente ya hubo otras generaciones que nos señalaron formas para hacerlo que en este momento valdría la pena retomar.