Vida, convivencia y longevidad: Un fin de año para recordar
Con este breve saludo, originado de relaciones interpersonales iniciadas hace más de 50 años, empezamos el último fin de semana del año 2024, que ha sido un año de profundos logros, hemos presenciado grandes y devastadores fracasos, al mismo tiempo que hemos disfrutado de experiencias gratificantes, inesperadas y muy placenteras, ahora que llevamos recorrida más de la mitad de nuestra jornada y que de acuerdo a parámetros previos, deberíamos ahora, estar irremediablemente confinados a una mecedora tejiendo calceta.
No ha sido nuestro caso, hemos testificado la presencia y manifestación de personas por arriba de los 75 años, que se solazan en sus conmemoraciones onomásticas al igual que sus cumpleaños, tiempos de casados, o nacimientos de hijos, nietos y/o bisnietos.
En la fecha del supertazón de febrero de este año, nos juntamos a verlo, un grupo de camaradas qué nos hemos reunido con el mismo fin en la casa del menos pobre del grupo, por el rumbo de la UDEM y se escuchaba un grupo de mariachis qué alegremente amenizaban un convivio en la casa de un vecino, es que cumple 92 años el patriarca de la familia, nos comentó el dueño de la casa, el año pasado celebramos a una compañera en su cumpleaños 84, volaba como ángel en una representación arabesca-cristiana diseñada por una directora cuya edad me esta vedado mencionar, nos unimos al baile de la celebración hasta terminar bañados de sudor.
¿A qué viene tanta perorata?
Os hábeis de preguntar, probablemente a que el nivel de salud y del grado de supervivencia vital o longevidad depende mucho del grado de convivencia o de relaciones interpersonales con los elementos familiares directos, políticos, compañeros de trabajo, de escuela o vecinos, contribuye mucho a prolongar el nivel de salud, vida y disfrute de los mismos, así se trate de los más queridos o de, con quienes más exista la más extrema animadversión.
Hemos presenciado muchos, baste decir y señalar, de un reciente pleito qué si lo menciono, me van a publicar pura mother.
Anyway, anoche nos visitaron los güercos y nos compartieron regalos, unas pantuflas preciosas y cómodas para mi Rosita y unas hojarascas de nuez para mí, nos pegaron en la pata de palo, adjunto imágenes documentadoras, de la cena de tamales no agrego, porque heriría susceptibilidades muy puntuales y provocaría importantes heridas difíciles de sanar y que serían recordadas y restregadas en la entrada de la cavidad oral el año siguiente, nos visitaron un hijo de mi Rosita, su esposa y sus dos hijos, una de alrededor de 20 años y otro de 14 años de edad, tocamos temas de la ascendencia familiar, la migración familiar y el establecimiento definitivo de las familias y su evolución en nuestra ciudad, la niña nos comentó que fue abordada repetidamente y de forma reciente por un güerco (bato, dijo ella), a quien ella apoyó brevemente con un problema de la función de una plataforma en el celular.
Ella estableció límites de una manera letal, firme, decidida y enérgica, con lo cual el güerco reculó, tiene ampliamente a quien sacar (adivinaron, igual que yo), a la abuela.
No le quedaron ganas al güerco después de la espantada que recibió.
Apoyé la actitud de la niña refiriendo qué con frecuencia yo debo establecer límites precisos de que no se propasen conmigo las féminas, argumentando de que yo no doy lugar para que se tomen confianzas imprudentes o avances impropios a los que yo soy ajeno, así es de que háganse para allá, es más retírese y de esa forma nos evitamos problemas, después de dos horas de convivencia se fueron y quedamos de vernos hoy con todo el grupo familiar y no somos de ninguna manera una familia muégano, primero que nada, cada quien por su lado, feliz fin de semana.