OSUANL deja de pagarle su sueldo desde septiembre 2020, a pesar de cumplir protocolos para el trabajo a distancia.

Roma, Italia.

Mayo 2020, en plena&nbsp;pandemia, mi hija Emilia de apenas 6 meses de edad estaba manifestando los primeros síntomas de una enfermedad que en el Hospital Universitario diagnosticaron&nbsp;como epilepsia y se fue agravando poco a poco.

La doctora especialista del centro de genética del Universitario nos aconsejó&nbsp;de llevar a Emilia a un centro especializado para enfermedad raras, porque los estudios que podían hacer en México y en la UANL&nbsp;eran muy limitados y los doctores se encontraban en una encrucijada al no saber como poder dar estabilidad a la salud de mi hija, así que decidí&nbsp;con mi pareja Fabiola, partir a Roma.

No fue fácil, teníamos muy pocos tiempo muchos documentos por tramitar.

La embajada italiana de CDMX nos apoyó&nbsp;y consiguió a la empresa "American medwings" que hace trasportes médicos en aviones.

Para pagar el costoso viaje nos apoyamos con una recaudación&nbsp;hecha por mi prima en la página gofoundme con hastag #emiliagoestoitaly.

Fuimos apoyados por muchísima gente, gracias a la gran divulgación en&nbsp;redes sociales y algunos compañeros de la Sinfónica, por medio del jefe del personal Noel Reyes Martínez.

Poco después, quizá obedeciendo órdenes superiores, Noel se nos volteó, al negar mi situación con el administrador de la OSUANL, Mario Núñez.

Antes de mi viaje a Europa dejé una carta poder para firmar mis nóminas, y esto fue aceptado en un principio por ellos.

Desde sus primeros días en el hospital Bambino Gesú, de Roma, Emilia mejoró mucho en el control de sus crisis epilépticas y en su salud en general.

Los doctores genetistas le están haciendo estudios completo de exoma, y los hicieron también&nbsp;a nosotros para&nbsp;saber más sobre la rara enfermedad -aún sin nombre- de Emilia..

Después de 2 meses de internamiento en la sede Gianicolo, nos movieron a la de Palidoro (centro de neurorehabilitación) para seguir los cuidados de Emilia y ahí readquirir sus fuerzas y capacidad cognitivas.

<h5 class="handdrawn subtitle" dir="ltr">TODO BIEN EN ROMA, PERO MUY MAL CON LA UANL</h5>

Todo iba bien en Roma, pero al checar&nbsp;la cuenta de mi Banco&nbsp;vi que la UANL&nbsp;no me había depositado mis quincenas desde la última de septiembre, SIN PREVIO AVISO.

Esto, a pesar de que cumplí&nbsp;con todas las indicaciones de trabajar on line enviando videos y otras tareas que me fueron asignadas a distancia, debido a la pandemia.

Además, la administración de la OSUANL sabía de mi situación, y el director Eduardo Diazmuñoz me llamó, quería&nbsp;saber de mí&nbsp;y de mi situación y me dijo que no me preocupara, porque él hubiera hecho los mismo por sus hijos.

Me dijo que podía&nbsp;seguir trabajando de la misma manera sin preocupaciones.

<h5 class="handdrawn subtitle" dir="ltr">SE RAJARON DÍAZMUÑOZ&nbsp;y EL ADMINISTRADOR DE LA OSUANL</h5>

Pero días después, Diazmuñoz, junto con el administrador de la OSUANL, Mario Núñez, reportaron al área de Recursos humanos que NO SABÍAN NADA DE MI, siendo que&nbsp;yo les había avisado antes a los dos.

Buscando la manera de resolver este gran&nbsp;problema, me apoyé en&nbsp;un abogado laboral, que me aconsejó de primera opción llamar&nbsp;a la OSUANL; también sugirió que buscara al Dr. José Celso Garza, Secretario de Extensión y Cultura&nbsp;y al responsable de RH.

Mis llamadas nunca fueron atendidas por nadie; la única respuesta que escuché&nbsp;fue: "no estamos autorizados a hablar contigo".

Busqué&nbsp;hablar con el líder del sindicato de la UANL pero ahí me dijeron que mi caso ya estaba en manos del&nbsp;Jurídico, con su titular&nbsp;Félix Contreras.

Todo noviembre y diciembre del año pasado estuve llamándoles desde Italia, lo cual representó un alto costo para mí.

<h5 class="handdrawn subtitle" dir="ltr">FÉLIX CONTRERAS NUNCA QUISO HABLAR CONMIGO</h5>

Nunca quiso atenderme Félix Contreras y su secretaria decía que estaba muy ocupado.

Debido a eso,&nbsp;mi abogado los citó en Conciliación y Arbitraje, y se comunicó conmigo diciéndome que los de la UANL iban a seguir en la misma postura de no pagarme hasta que yo me regresara a México para&nbsp;explicar mi situación, cosa que era absolutamente imposible dado la situación de mi hija y no podía dejar mi pareja sola con toda esta situación.

Me están&nbsp;negando la posibilidad de salvar la vida de mi hija;&nbsp;se oponen a que siga en Europa, a pesar de que&nbsp;el director Díazmuñoz está&nbsp;enviando oficios a la orquesta desde su casa en Estados Unidos.

<h5 class="handdrawn subtitle" dir="ltr">Me siento muy triste de no haber tenido el apoyo de la UANL en los momentos más difíciles de mi vida</h5>

Me he desempeñado como Corno en la OSUANL desde hace 7 años y a pesar de tener qué pasar la mayor parte del tiempo al lado de mi hija, he cumplido con todos los encargos que me han hecho a distancia, a la par de como lo hace el resto de mis compañeros desde sus casas.&nbsp;

<h5 class="handdrawn subtitle" dir="ltr">OTRAS INSTITUCIONES ME HAN AYUDADO, MENOS LA OSUANL</h5>

A diferencia de estos directivos de la OSUANL, he recibido el apoyo de otras instituciones donde trabajo como maestro: la Facultad de Música de la UANL;&nbsp;el ITESM; el Centro de Educación Musical de Monterrey, que entendieron y comprendieron la gravedad de mi situación y sin dudarlo me han dado todo el apoyo necesario.&nbsp;

Esta situación es ya insostenible así que decidí ventilar mi caso a través de DETONA, tratando de resolver el gran problema por el que atravieso.&nbsp;

<h6 class="subtitle underlined" dir="ltr">Busco la salud de mi hija; he cumplido con los protocolos de la OSUANL; he atendido los encargos que me han hecho on line y a pesar de eso, las autoridades que aquí menciono me han volteado la espalda.</h6>

NOTA DEL EDITOR: DETONA ha hecho comunicación con el Dr. José Celso Garza, Secretario de Extensión y Cultura de la UANL y su respuesta desde hace tres meses es: todo está en manos del Jurídico.

Opinión

Narra músico italiano pesadilla provocada por Jurídico de la UANL 

La noble y humanitaria labor de este hospital pediátrico del Vaticano... y del Papa Francisco.

Roma, Italia.- Saludo a mis amigos de México&nbsp;desde uno de los mejores hospitales pediátricos&nbsp;del mundo, el Bambino Gesú,&nbsp;donde casualmente están atendiendo a mi hija Emilia, de 6 meses de edad, de un raro padecimiento.

Soy parte -bueno, creo que todavía lo sigo siendo- de la Orquesta Sinfónica de la UANL- donde me desempeño como Corno y del&nbsp;caso de mi hija les platicaré en otro artículo.

Por lo pronto, quiero compartirles algo de la historia sobre este prestigiado hospital auspiciado por el Vaticano, que ha sido visitado por el Papa Francisco varias veces, para deleite de pacientes, de sus padres y del personal médico.

Entonces, 3a llamada, 3a, comenzamos, favor de ocupar sus localidades,&nbsp;porque gracias a mi querido amigo Plácido Garza, jefe&nbsp;de DETONA, me estreno como columnista en su&nbsp;bambino de cinco meses de nacido, este medio de comunicación&nbsp;que generosamente me abre hoy sus puertas.

Espero seguirlo siendo por mucho tiempo más, escribiendo en mi segunda lengua, el español, aunque la música no tiene nacionalidad.&nbsp; 
 
El 19 marzo de 1869, por iniciativa de la familia Salviati&nbsp;en un cuarto cerca del orfanato de los "Santos Crescenzo y Crescenzino"&nbsp; empezó la primera actividad con el internamiento de 4 niñas afectadas por&nbsp;una enfermedad llamada "scrofola". 
 
En 1872 crearon un nuevo hospital ya más grande con mucho espacio para pacientes y cirujanos. En ese año comenzaron a separar los pacientes por su gravedad y grado de infección.

Además se crearon las primera cartilla clínica de cada paciente, donde registraban&nbsp;temperatura, frecuencia cardiaca, respiro, calidad y&nbsp; que monitoreaban por primera vez en el mundo, las&nbsp;dietas de cada paciente en base a su edad. 
 
En varios años la demanda de internamiento estaba en aumento, así que tuvieron que buscar un lugar&nbsp;más grande, y encontraron un convento en la zona del "Gianicolo" (El mirador más bonito que hay en Roma) y&nbsp; construyeron un hospital para 500 pacientes.

En los primeros meses de&nbsp;1900, el hospital era un punto de referencia&nbsp;por toda Italia.

Durante la Gran Guerra, el hospital enfrentó situaciones de salud difíciles, incluida una epidemia de meningitis, viruela negra, difteria y cólera, que sometieron a grave tensión al personal del hospital.&nbsp; 

Cuando la guerra llegó a su fin, la gripe española golpeó a Roma. 

En tan solo tres meses, de octubre a diciembre de 1918, más de 300 niños afectados por la epidemia fueron ingresados ​​en el hospital Bambino Gesú. 

Su atención hospitalaria logró reducir en gran medida la mortalidad de los niños enfermos, lo que aumentó a a nivel internacional el prestigio de dicho hospital.&nbsp; 
 
El 20 de febrero de 1924 ocurrió&nbsp;el traslado del hospital Bambino Gesù y todas sus propiedades a la Santa Sede,&nbsp;siendo Pío XI el Papa.&nbsp;

Para el hospital, después de 55 años, terminó la era aventurera y conflictiva de la caridad privada y comenzó otra: la de la institucionalización pública vaticana.&nbsp;

El hospital se amplió con nuevos pabellones, gracias a los fondos donados, y se instituyeron los primeros laboratorio de análisis, servicio de microscopía, y autopsias de anatomía patológica. 
 
Durante la Segunda Guerra Mundial el hospital estuvo siempre abierto, incluso en los momentos más dramáticos y, al ser propiedad del Vaticano (país no beligerante), se constituyó como una especie de refugio.

Muchos de los refugiados eran judíos, médicos y trabajadores de la salud, que encontraron protección dentro de los muros del hospital.

Esto cobra especial relevancia si recordamos que Italia fue aliada&nbsp;junto a&nbsp;Japón, de la Alemania de Hitler.

Ese fue el peor momento en la historia del hospital. El invierno de 1943 fue terrible porque además de la dificultad para encontrar medicinas y alimentos, había escasez de combustible, gas y electricidad.&nbsp; 

(Hoy en México hay escasez de electricidad, pero no estamos en guerra, o al menos no como a la que me refiero).

Se produjo una disminución progresiva de las hospitalizaciones.&nbsp; Los niños más pequeños, en particular los lactantes, sufrieron las peores consecuencias y, como resultado, la mortalidad infantil aumentó durante el primer año de vida.

Después de la guerra, era necesario salir de ese túnel oscuro en el que se encontraba el hospital: podía y debía ser reconstruido, refundado y relanzado.

Entre 1950 y&nbsp;1970 se hizo el programa de reconstrucción y refundación del hospital.&nbsp; 

La reconstrucción del edificio fue el trampolín indispensable para la renovación del hospital y a la mejoría sanitaria de médicos y enfermeras, se agregaron otras especialidades pediátricas importantes; se crearon&nbsp;nuevas sedes por la cura de varias patologías, como la parálisis espástica, y fue creado un nuevo centro de cardiocirugía.

<h5 class="handdrawn subtitle">RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL</h5>

En 1985 el hospital obtuvo el reconocimiento de "Instituto Científico".

Durante los años 80&nbsp;y 90&nbsp;se activaron otros importantes servicios como el de genética (1983), el laboratorio de bioingeniería (1984), el servicio de tomografía axial computarizada (1987), la sección de cuidados intensivos neonatales (1989),y el centro de asistencia a niños con sida.

Se dio también un nuevo impulso al sector de la investigación científica, en las disciplinas de cirugía, trasplante de órganos y&nbsp;nefrología. 
 
En las últimas décadas el hospital hizo el primer caso en el mundo, de trasplante de hígado para dos pacientes.&nbsp; 

La máquina de perfusión hepática le permite dividir al órgano en dos partes y trasplantarlo a diferentes pacientes.&nbsp; 

Este es el primer caso en el mundo reportado en la literatura científica y fue realizado por cirujanos del hospital Bambino Gesù de Roma.

La historia sigue,&nbsp;pero aquí termina la primera parte.

<h6 class="subtitle underlined">INTERMEDIO</h6>

Vayamos al Intermedio y volveré con ustedes con la 2a y última parte de esta historia, donde les platicaré del caso de mi adorada hija Emilia, y las que estamos pasando con ella desde que la trajimos a Italia para ser atendida de un raro padecimiento, les anticipo que la está librando, gracias a Dios y a la gente noble y humanitaria que hemos encontrado aquí, en el Bambino Gesú, de Roma.

Marco Malaigia

Narra músico italiano pesadilla provocada por Jurídico de la UANL

El Bambino Gesú de Roma