Opinión

Aranceles: ¿Por qué México no va a la OMC?

Rogelio Ríos Herrán DETONA: Frente a las medidas comerciales arbitrarias impuestas por el presidente Trump a China, Canadá y México, los chinos y canadienses acudieron de inmediato a solicitar la intercesión de la Organización Mundial de Comercio mediante el mecanismo de solución de diferencias comerciales.
En cambio, el gobierno mexicano no lo ha hecho, hasta el momento de elaborar esta opinión.

¿Por qué la tardanza de Claudia en hacerlo? 

La “guerra de aranceles” se pelea de muchas maneras mediante vías bilaterales, regionales o multilaterales.

El recurso a la OMC es una vía natural e inmediata para que tanto China como Canadá tengan, por decirlo, así, un recurso legal más en su arsenal ante la agresión comercial de los Estados Unidos.

Aquí van mis argumentos para que México recurra a la OMC:
1

Primero, el ABC:

Un arancel es un tributo, impuesto tarifa que se aplica a los bienes y servicios que se importan o exportan entre países.

Los aranceles a las importaciones (como los aplicados por Trump) buscan recaudar ingresos adicionales a los gobiernos y, al mismo tiempo, proteger a la industria local.

Sus efectos indirectos negativos son, entre otros, encarecer los productos importados que no son sustituibles por locales y provocar medidas de represalia de los países castigados por los aranceles. 

2

Disputas y controversias

Al presentarse disputas y controversias, las partes afectadas acuden al Sistema de Solución de Diferencias de la OMC que funciona sobre las normas establecidas en el acuerdo de Entendimiento sobre Solución de Diferencias (ESD).

Desde la creación de la OMC en 1995 (en sustitución del GATT o “General Agreement on Trade and Tariffs”), se han presentado 634 diferencias y se han publicado más de 350 fallos.

3

Solicitudes de solución

China (el 4 de marzo) y Canadá (el 5 de marzo) presentaron formalmente sus solicitudes de solución de diferencias comerciales, en ambos casos, con sólidas argumentaciones jurídicas coincidentes. 

4

Medidas en litigio

China alega que “las medidas en litigio no conceden inmediata e incondicionalmente a China una ‘ventaja’, ‘favor’, ‘privilegio’ o ‘inmunidad’ concedido por los Estados Unidos con respecto a los derechos de aduana y cargas de cualquier clase impuestos a las importaciones de productos originarios de otros Miembros o en relación con ellas”. 

5

Otros argumentos

Los canadienses agregan otros argumentos: “las medidas en litigio imponen un derecho de aduana a mercancías en tránsito”; “las medidas en litigio no prevén, en la medida de los posible, un valor de envío o una cuantía imponible de minimis respecto de los cuales no se recaudarán derechos de aduana ni impuestos”.

6

Medidas y alegaciones adicionales

China y Canadá se reservan “el derecho de plantear medidas y alegaciones adicionales en relación con las cuestiones identificadas en el presente documento en el transcurso de las consultas y en cualquier futura solicitud de establecimiento de un grupo especial”. 

Detrás del lenguaje legal técnico de chinos y canadienses, para los lectores comunes es fácil distinguir que el presidente Trump desconoce las normas comerciales internacionales o las desdeñó por completo, no importándole las obligaciones de Estados Unidos como país miembro de la OMC. 

Tal vez la prisa por desmantelar al gobierno estadounidense y “purgar” al personal de funcionarios expertos y experimentados en el área de comercio internacional, provocó que no hubiera un solo asesor avispado que le advirtiera a la Casa Blanca sobre la existencia de la OMC, me aventuro a explicar.

Quizá en el gobierno nacional de México esté sucediendo una situación similar: al “purgar”, desde el 2018, a la gente sapiente y experimentada de las áreas económica y comercial de la administración pública mexicana, y poner en su lugar a personas fieles e incondicionales, pero impreparadas para los cargos, no hubo una sola alma caritativa que le recordara a Sheinbaum que existe la OMC como recurso de defensa de México. 

¿Puede obligar la OMC a Estados Unidos al cumplimiento de las normas comerciales internacionales?

China y Canadá exploraron esta vía no como la única, por supuesto, sino como la que les da legitimidad internacional a sus quejas, pero no excluye todas las otras vías que “se reservan”.

Al final, un fallo de la OMC en contra de Estados Unidos puede no obedecerlo Trump, pero elevaría el costo político y dañaría (aún más) la reputación internacional de su gobierno. 

En lugar de realizar costosas reuniones en el Zócalo de la CDMX lleno de burócratas patriotas, propongo algo más barato y efectivo: redactar una carta de dos cuartillas (con la ayuda solidaria de chinos y canadienses) estipulando las quejas de México, dirigirla a la OMC y enviarla hoy mismo a Ginebra, Suiza.

De nada.