Blanca Nieves (Snow White/ EUA, 2025)
Ya tiene años que los Estudios Disney trae ese hilo comercial de hacer “remakes” de clásicos llevados ahora a la pantalla grande a nivel “live action”, con gente de carne y hueso en unas instancias y en otras pasar de dibujos animados a animación por computadora.
Ahora toca turno a Blanca Nieves, el tradicional clásico de 1937 que trae una cola larga de controversias, con una producción filmada y refilmada para ser filmada nuevamente y esa es la versión que nos toca.
El cuento es conocido, Blanca Nieves y su personaje ahora nombrado porque nació en una tormenta de nieve y no porque su piel era blanca como la nieve.
Rachel Zegler (Amor sin Barreras) es la joven que queda abandonada cuando su madre la Reina Buena muere y su padre el Rey Bueno se casa con la misteriosa Reina Mala (Gal Gadot, la Mujer Maravilla) para obvio, dar paso a que el Rey Bueno desaparezca de la faz de la tierra y ella quedarse con todo el reinado.
También sabemos el cuento del espejo que todos los días le dice a la Reina Mala que ella es la mas bella hasta que Blanca Nieves florece, o sea de niña pasa a ser jovencita en pos de encontrar su identidad (a como dicta Disney como deben ser sus heroínas hoy en día en el cine).
¿Qué podemos decir de esta película que no tiene la más mínima gana de sobresalir y dar revisión al cuento de los Hermanos Grimm?
Pues digamos que de forma triste Disney solitos han matado a uno de sus clásicos de clásicos.
Esta película luchó contra marea por todo lo que aconteció durante preproducción y producción en si y el afán de Disney de quedar políticamente bien… pues no sé con quién porque todos queríamos ver el clásico rehecho y bien hecho.
Muchísimas canciones, se mantienen unas clásicas, otras se recortan y mucho material nuevo, demasiado a nivel de casi estamos viendo opera.
Sobre todo, contra marea y corriente por la vara tan alta establecida por la grandeza visual del musical Wicked a como fue llevado a la pantalla grande y Blanca Nieves termina como un montaje de teatro de barco o crucero, reducido y mínimo.
Rachel Zegler no transmite nada y al parecer mucha de su energía musical desaparece con el doblaje, que se me hizo malo en esta ocasión y lo peor es que cada vez que aparece en pantalla Gal Gadot haciendo maldades le roba las escenas a la chica, lo peor es que la Gadot nunca ha sido, mas bien dicho jamás ha sido una buena actriz por encima de “normal”.
A la Mujer Maravilla se la llevan de encuentro Charlize Theron como la reina mala en Blanca Nieves y el Cazador (2012) o Julia Roberts en Espejito Espejito (2012).
Los guiños mas grandes al clásico es la presencia de los siete enanos, origen de la perdición de este filme, comenzando por el actor diminuto Peter Dinklage que feamente desacreditó las intenciones de Blanca Nieves y fue el detonante del acabose de la película.
Ahora los enanos (Gruñón, Feliz, Dormilón, Tímido, Estornudo, Doc y Tontín) no son interpretados por personas de reducida estatura, son efectos especiales y gran diferencia, ahora se intenta darles mas personalidad, de hecho “dignifican” mas allá de lo necesario a Tontín.
¡Ah! Y no olvidar que ya no hay príncipe, ahora es un rapazuelo fiel al rey desaparecido (Andrew Burnap) que es un ladrón mal comprendido que lucha por los pobres (se nos coló Robin Hood) con todo y pandilla de simpáticos rufianes, que entre ellos hay un actor enano como personaje que enfatiza que allá los enanos no podían ser de carne y hueso, pero acá sí se puede.
La película es muy larga, enredada por igual larguísimo final para que no sean los enanos los responsables del clímax entre bien y mal, sino Blanca Nieves pasa a definir su trascendente personalidad como mujer que enfrenta toda adversidad (no es broma) y la Reina Malvada enfrenta su acabose literalmente por su propia mano.