¿Cómo cuidar a AMLO?
Borrego dixit
Salvador Borrego, Ph. D.
La lucha por el poder, opus 3-105
3-IV-2023
El rumor de un infarto más de AMLO se movió en las redes sociales; hay artículos en ellas, que incluso detallan el incidente. Lo más probable es que no haya ocurrido, pero es muy probable también y lamentable, además de muy grave para nuestro país, ¡que puede ocurrir!
Desde el 28 de febrero del 2021, titulé un dixit de la siguiente manera:
“Insultan al Presidente. Inicia el viacrucis que él solo se ha forjado”.
De entonces acá la situación se ha agravado, las protestas en defensa del INE, sus planes A, B y C, le han acarreado desgastes emocionales, pero más grave aún son los temas de SEGALMEX, la muerte de migrantes calcinados en Cd. Juárez y la empresa del embajador honorario de Nicaragua que ha facturado 3000 millones de pesos, pues son temas en los que no tiene salida.
Enfrentar cada mañana a reporteros que le toquen estos temas, es garantía de enojo, frustración y estrés, porque no tiene salida: ¡está atrapado y sin salida!
Desde hace dos años advertimos el viacrucis de AMLO; hoy es más que evidente y todavía le faltan 547 días de presiones, de decepciones, de traiciones, de berrinches, de humillaciones ante los gringos, de estrés, de depresión, que tendrá que soportar llevando a cuestas su estado de salud que no parece estar en condiciones óptimas; se dice que es diabético e hipertenso, quizá también sea un dato falso, pero lo que sí es un dato cierto es que ha sufrido por lo menos un infarto, y eso lo ubica en una clara condición de alto riesgo.
Yo se que en este contexto de polarización, atizado por nadie más que AMLO, no son pocos los que le desean la muerte, y quizá hasta reciba yo algún reclamo por mostrar preocupación por su salud, pero creo que AMLO no es el único responsable de su complicada situación.
Mientras muchos advertimos, desde siempre, que su perfil emocional e intelectual no eran adecuados para ser presidente, muchos de la intelectualidad le brindaron su apoyo por diferentes motivaciones, y ahora son corresponsables no solo de la desgracia para México que está significando la 4T, sino también de la desafortunada condición de vulnerabilidad en que ahora está AMLO.
¿Qué hacer para cuidar a AMLO?
Por supuesto que hay muchas cosas que se pudieran hacer, pero se las dejo de tarea a los genios que lo han acompañado; sin embargo, sí les diré que seguirle echando porras para recrudecer los enfrentamientos es, ni más ni menos, que conducirlo, literalmente, al matadero.
Quizá sea, para AMLO, este triste final inevitable, dados sus rasgos de personalidad. Ojalá no ocurra, y si sucede, ¡quiera Dios que sea después del 1 de octubre del 2024!