Contenidos y el reto del consumo de información

El desarrollo y crecimiento de las redes sociales ha eliminado el monopolio de la opinión y la generación de información que detentaba el periodismo y los medios de comunicación impresos y audiovisuales.

Desde hace unos años, mucha gente prefiere informarse a través de redes sociales como Facebook, Twitter, Reddit, Twitch o TikTok.

Mucho de este crecimiento exponencial de las redes sociales descansa en la necesidad de expresarse. Recientemente el escritor Chuck Klosterman señalaba que una característica de nuestros tiempos descansa en la necesidad que tienen los consumidores de información, de reaccionar ante esa disponibilidad de información, poder hacer uso de ella y expresar una respuesta.

Quizás por ello, lo que vivimos hoy es una etapa de autoexpresión y autorreferencia. 

Las redes sociales se han convertido en la mejor caja de resonancia para ello y la mejor manera no de ampliar nuestros contactos, sino de encontrar personas con perfiles y opiniones muy similares; es decir, en sentido estricto encuentras perfiles dispuestos a refrendar tus opiniones, valores o creencias, no existe una disposición para el diálogo y contrastar ideas y argumentos.

La aparición de blogers, influencers y demás generadores de contenidos plantea nuevos retos al periodismo tradicional, en especial en el acercamiento con las nuevas generaciones quienes rechazan el consumo de información de los medios tradicionales y recurren a las redes sociales y voces que utilizan los medios digitales, a quienes perciben más auténticos y naturales.

El periodismo tiene un reto importante: cómo acercarse a las nuevas generaciones y convencerlas de que el periodismo es una actividad esencial para la comprensión e interpretación del mundo que nos rodea. El periodismo no se trata de un mero ejercicio de traslado de información, sino es un ejercicio de procesamiento de información que permite formar una idea.

Sin embargo, el periodismo debe despojarse de ese carácter de monopolio en la transmisión de información, debe aceptar que existen otros actores públicos, que sin tener una formación robusta y sin tener una formación en la transmisión de la información, puede tener una mayor cobertura y resonancia, aunque en ocasiones con visión parcial.

Ejemplos sobre personajes relevantes en este nuevo modelo de comunicación puede haber muchos, no se trata de mencionar o construir una lista de relevancia; por el contrario, se trata de identificar cuáles son las características o similitudes entre estos personajes, lo que los destaca y les brinda una posición de privilegio en lo que a reacciones y generación de información o contenido se refiere.

No obstante, también es necesario señalar los riesgos que supone este modelo de comunicación y ello radica en la ausencia de controles y de responsabilidad sobre la información y contenido que se distribuye, ya que paralelo a este fenómeno comunicacional, también ha emergido la desinformación o infodemia, como se le ha mencionado al fenómeno en el cual uno consume información que respalda nuestras creencias, no importando que ésta se falsa o inexacta.

Alberto Martínez Romero

Licenciado en Periodismo y Comunicación Colectiva por la UNAM. Tiene un MBA por la Universidad Tec Milenio y cuenta con dos especialidades, en Mercadotecnia y en periodismo de investigación por el Tec de Monterrey. Tiene diversas diplomaturas en Habilidades Gerenciales por la Universidad Iberoamericana y se ha especializado en Relaciones Públicas y Atención de Crisis en Comunicación. Ha sido reportero y editor en medios como Reforma y El Universal. Fue corresponsal en Centroamérica para Reforma y Notimex. Colaboró en la realización del libro “La Huelga del Fin del Mundo”, de Hortensia Moreno y Carlos Amador, primer libro que se escribió sobre la huelga estudiantil de 10 meses en la UNAM en 1999.