Crowdfounding y empresas unicornio

Durante el cierre del año 2021 y como parte del proceso de revisión y reflexión, destacaron dos temas para quien esto escribe.

Uno era la naturaleza de las empresas unicornio; y dos, el crowdfounding y riesgos de fraude que ello representa.
Empresas unicornio

Por un lado, habrá que explicar qué es una empresa unicornio. Se trata de una compañía valorada en al menos mil millones de dólares, pero que no cotiza en la Bolsa. Estas empresas fundamentalmente están ligadas a la economía digital, es decir, son empresas digitales, comúnmente asociadas a las aplicaciones móviles.

Hasta el año 2020 México no contaba con ninguna empresa denominada unicornio; sin embargo, para el fin del año pasado, México contaba con tres empresas unicornio, siendo Kavak, Jokr y Clara, además de Incode, empresa digital con sede en Silicon Valley.

Estas empresas unicornio tienen la relevancia de recaudar gran cantidad de dinero para su desarrollo y crecimiento, comúnmente estas empresas destacan por prestar un servicio atractivo y que son disruptivas, es decir, alteran fundamentalmente los modelos tradicionales de hacer negocios en su sector del mercado, por lo cual, son capaces de atraer inversionistas que impulsen su desarrollo.

Crowdfunding

La recaudación de fondos, una práctica muy común hoy día, sea para participar en acciones altruistas; o bien formar parte de proyectos de inversión que prometen altas tasas de rentabilidad; derivado de lo anterior, se han detectado casos de crowdfounding que abusan de la buena voluntad de las personas en las invitaciones o iniciativas que tienen por objeto apoyar determinadas causas, pero también en casos de proyectos de inversión.

Recientemente destacó el caso de Elizabeth Holmes, quien en 2018, desapareció su empresa Theranos, la cual prometía el desarrollo de una tecnología, mediante la cual una sola de gota era suficiente para realizar análisis clínicos que podían determinar el estado de salud de las personas.

En dicha iniciativa, Holmes logró convencer a la familia Buffet (dueña de Walmart), la familia Slim y/o políticos como Henry Kissinger quienes además de inversores, fueron entusiastas promotores de su proyecto, el que después de años de paciencia finalmente fue cancelado y la empresa finiquitada, sin que ello supusiera investigaciones por 11 delitos, entre los que destacan fraude y abuso de confianza.

En pasados días, un tribunal determinó la culpabilidad de la empresaria.

Sin embargo, ante este entorno el estado de California se ha dado a la tarea de desarrollar una legislación, la cual entrará en vigor en 2023, que limita el crowdfounding y establece una serie de requisitos tanto para personas físicas como morales a las que obliga a transparentar sus registros contables y fiscales con el propósito de limitar el abuso de confianza; lo anterior, después de múltiples casos de denuncias de personas quienes se decían estafadas.

Como puede observarse, el participar en negocios digitales no está exento de fracasos y abusos, lo importante es avanzar en la transparencia de estas iniciativas y establecer limites y sanciones a las personas que abusan de la voluntad de los demás.

Alberto Martínez Romero

Licenciado en Periodismo y Comunicación Colectiva por la UNAM. Tiene un MBA por la Universidad Tec Milenio y cuenta con dos especialidades, en Mercadotecnia y en periodismo de investigación por el Tec de Monterrey. Tiene diversas diplomaturas en Habilidades Gerenciales por la Universidad Iberoamericana y se ha especializado en Relaciones Públicas y Atención de Crisis en Comunicación. Ha sido reportero y editor en medios como Reforma y El Universal. Fue corresponsal en Centroamérica para Reforma y Notimex. Colaboró en la realización del libro “La Huelga del Fin del Mundo”, de Hortensia Moreno y Carlos Amador, primer libro que se escribió sobre la huelga estudiantil de 10 meses en la UNAM en 1999.