De la hispanidad a la disparidad
Debe comportarse según el manual de Carreño.
Aún educado en escuela publica de barrio populachero de la periferia urbana.
- Leen las revistas del corazón al hacer el supermercado.
- Enteradas de los cotilleos de toda la realeza europea.
- Encuentran fascinante el contraste.
- Del buen gusto en los vestuarios.
- Las enormes mansiones de veraneo.
Enamoriscadas de la sonrisa del rey de España.
- Tan guay.
- Tan cool.
Es todo un ejemplar de exhibición.
Les resulta imperdonable el despecho del segundo piso de la 4T.
De no invitarlo, junto con toda la comitiva real, a venir a presenciar, su majestad, la toma de protesta, democrática un poco dictatorial, de Claudia Sheinbaum.
Ni modo, somos bastante nacos.
Jamás vamos a entender las costumbres, eso de ir de compras de vestuario con crocks y no estiletos.
Desde ahí la diferencia es abismal.
Vestir ropa interior de calidad.
Imagina te pasa un accidente.
Te llevan al hospital, usando calzón de algodón americano en vez de tanga victoria secrets. Vergüenza total.
Cada 12 de octubre recuerda España al continente.
- Por designo de Dios nuestro señor.
- Y de la virgen de Guadalupe la intercesora.
- Sin ellos aún vestiríamos de manta, con tapa rabos.
- Adorando a Tlaloc y a la Mictecacihuatl.
Los reyes católicos, Isabel y Fernando, visionarios fuera de su tiempo evangelizaron todo el continente.
Excepto las 13 colonias inglesas y el reino del Brasil.
Los rusos dueños de Alaska, Canadá invisible.
Esa es la versión compartida, incluso por los herederos de los expulsados de la península ibérica, a quienes les llamaron marranos, por esconder la fe hebrea, controvertidos en católicos al servicio del rey y del vaticano romano.
Adendo adoctrinante.
El Papa argentino, Francisco, jamás ha mencionado la intención de revindicar al cura Hidalgo o a Morelos.
Quienes siguen excomulgados aún después de dos siglos.
Penando por el defenestrado purgatorio.
Héroes de la Independencia de la nación mexicana.
La realeza de nuestras hijas seguirá soñando.
Hasta visitar Disney o Madrid. Paris o Cancún.