“Despierten ya mexicanos“ 

"Despierten ya mexicanos, los que no han podido ver, que andan derramando sangre por subir a otro al poder". - Ignacio López Tarso

In memoriam de Ignacio López Tarso, actor mexicano fallecido el 11 de marzo de 2023, recordamos la poesía y corrido “Despierten ya mexicanos".

En el transcurrir del tiempo en que se da la historia de nuestro México, han llegado al poder caudillos, líderes carismáticos cuya forma de acceder, conservar el poder y el gobierno, está basada en mecanismos informales y difusos de reconocimiento del liderazgo por parte de las masas a veces mayoritarias, multitudes que depositaban en “el caudillo”, “el líder” “jefe máximo” como la expresión de los intereses de las mayorías y aunado a su capacidad para tomar decisiones.

En esta primera parte veremos a los caudillos de antes de la revolución de 1910.

Entre los atributos comunes al caudillo tanto los antiguos modernos está su cualidad y la dominación carismática, ya sea por ser revolucionario, héroe militar, rebelde, transformador innovador.

El sustento del carisma es emocional, puesto que se fundamenta en la confianza, en la fe, y en la ausencia de control y crítica, constituye la sumisión de los hombres y mujeres a su líder.

En la mente y objetivos de los caudillos ha estado siempre la idea de la reelección, de conservar el poder, ya sea por ellos mismos o algunos de sus seguidores, creando los Maximitos o Cuspidatas, Minimatos.

"¡Pobre nación mexicana!

qué mala ha sido tu suerte;

tus hijos todavía quieren

más en la desgracia verte".

En el siglo 19 en los años 1800, México llegó a tener frontera sur con Colombia, ya que Panamá era territorio colombiano y el Imperio Mexicano llegaba hasta Costa Rica.

Cabe señalar que, con el tiempo, uno de los lemas que más se defendió fue el de “No reelección”, pues presidentes como Santa Anna llegaron a reelegirse incluso más de cinco veces.

Sin embargo, incluso quienes defendieron fervientemente este lema lo traicionaron, un ejemplo claro es Porfirio Díaz. 

"Yo no he visto candidato

que no sea convenenciero;

cuando suben al poder

no conocen compañero".

¿Cuáles han sido los presidentes que han permanecido más tiempo en el poder?

Antonio López de Santa Anna en 11 ocasiones que suman casi seis años como tiempo efectivo ejerciendo el poder. En su último periodo como presidente (entre 1853 y 1855) recibió el calificativo de dictador y se hizo llamar "Alteza Serenísima".

Es el primer y presidente de origen indígena de México Benito Juárez: su mandato duró cinco periodos: de 1857 a 1872.

Fue cinco veces presidente de México. Conocido como el Benemérito de las Américas, luchó contra la invasión francesa, Benito Juárez estableció las bases sobre las que se funda el Estado laico y la República federal en México.

El prestigio de Juárez, por no decir su popularidad, en combinación con una hábil manipulación electoral, hizo ganar la elección electoral al presidente de turno, por ejemplo, de acuerdo con Ballart Perry, Juárez había sustituido a los gobernadores inconformes de los estados claves (especialmente Guanajuato y Puebla) y los nuevos nombramientos, a la vez habían reemplazado a los jefes políticos para asegurar que los votantes de los colegios electorales de distrito otorgaran un sufragio favorable”.

El interés por el poder se convierte en el elemento fundamental de la desestabilización política que permea al país durante el gobierno lerdista. Benito Juárez fue cinco veces presidente de México y murió en el Palacio Nacional siendo presidente.

Porfirio Díaz duró 30 años, tres meses y 20 días en el poder; periodo conocido como el Porfiriato.

Es necesario recordar que inició una rebelión en contra de Juárez, luchando contra la reelección de Juárez. Para imponerse, inició una dictadura que fue un régimen represivo y para imponerse recurría a la fuerza de represión.

¡Adiós a Belice!

Siendo presidente de México, Porfirio Díaz México cedió sus derechos de soberanía sobre Belice, que dio lugar al Tratado de Límites, con el Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda.

Ya antes México perdió con la invasión de Estados Unidos, la totalidad de lo que hoy son los estados de California, Nevada, Utah, Nuevo México, Texas, Colorado, Arizona y partes de Wyoming, Kansas y Oklahoma.

El 25 de mayo de 1911, el caudillo Porfirio Díaz renuncio a su poder y mandato presidencial y abandonó el país huyendo hacia Francia.

En la historia los caudillos mexicanos, hasta nuestros días son y han sido opacos y aunque muchas veces su mirada sea luminosa, esa luminosidad es sospechosa y maliciosa, es sospechosa porque revela lo instintivo, que es conservar el poder, a toda costa, la irracionalidad, lo inverso a la reflexión, contrario a la racionalidad, alejado del aprendizaje que hace del ser humano un ser racional.

Su pretensión es distinta sin expresarlo, aceptan y realizan las acciones que llevan a la idea de un despotismo populista o populachero, lo que será la conformación programática de mantener el poder.

Utilizando de manera continua y de un rápido malabarismo para colocar definitivamente a sus adversarios o enemigos en las sombras de la represión, es decir, privarlo para siempre de la luz de participación en los asuntos públicos.

Hacemos nuestro el siguiente escrito:

“Gobierno autoritario que impone su mandato al margen de las leyes constitutivas y por encima de la voluntad popular, argumentando el interés o necesidad nacional. Además, es un sistema que no se basa en el consentimiento libre de los gobernados, aunque la propaganda del sistema suele insistir mucho en que dicha aquiesciencia sí existe, y suele recurrir a métodos populistas o plebiscitarios pero no libres, en realidad. Es importante destacar que las dictaduras no se sostienen sin cierto o mucho apoyo social, dependiendo de muchas circunstancias y factores, pero impiden que los opositores puedan expresar, libremente, sin menoscabo de su integridad física o de sus libertades, el rechazo a la misma.”

Desde ese entonces, la falta de unidad nacional, las frecuentes luchas internas, por el poder absoluto y las altas, corruptelas de los funcionarios, amigos y familiares, corruptelas que fueron y son factores que han debilitado y degradado al país poco a poco y todavía no alcanzamos a ser la potencia que nuestras riquezas nos exigen.

Ernesto Pompeyo Cerda Serna

Contador Público y Auditor. Socio del Despacho D. E. C.  y Miembro del Despacho Internacional PKF North American. Autor de los libros. Adiccionario Político. Kratologia. Literatura y Poder.