El lado oscuro de Neruda
Sin embargo, su historia personal está marcada por un episodio doloroso y poco conocido: el abandono de su única hija, Malva Marina Trinidad Reyes, nacida con hidrocefalia en 1934.
Malva Marina nació en Madrid, de la relación entre Neruda y su primera esposa, la neerlandesa María Antonieta Hagenaar Vogelzang.
Desde su nacimiento, la niña presentó una condición neurológica congénita: hidrocefalia, que causa una acumulación anormal de líquido en el cerebro, generando deformaciones y problemas de desarrollo.
En lugar de brindarle amor y apoyo, Neruda pareció ver en ella una carga
En medio de la Guerra Civil Española, Neruda conoció a la artista argentina Delia del Carril, quien se convirtió en su amante y luego en su segunda esposa.
La relación con María Antonieta se deterioró rápidamente y, finalmente, el poeta las abandonó en 1936
Desde entonces, la madre tuvo que hacerse cargo de Malva Marina sola y en condiciones difíciles.
María Antonieta y Malva Marina pasaron la vida con muchas dificultades económicas y soledad.
Finalmente, la niña falleció en 1943, con apenas 8 años, en Gouda, Países Bajos.
Su madre la acompañó hasta el último momento, sin recibir apoyo de Neruda.
El poeta, para entonces, ya había construido una nueva vida con Delia del Carril y estaba profundamente involucrado en la política y la literatura.
Nunca mencionó públicamente a su hija fallecida ni mostró señales de arrepentimiento por su abandono.
Pablo Neruda sigue siendo una figura fundamental de la literatura universal.
Su historia personal deja al descubierto una contradicción entre su sensibilidad poética y su falta de humanidad hacia su propia hija.
Su propia vida demuestra una terrible incongruencia, mientras escribía versos apasionados sobre la ternura y la justicia, fue incapaz de mostrar el más mínimo amor por su propia hija, Malva Marina.
La despreció de una manera cruel e inhumana
Se refería a ella con términos monstruosos, como “un ser perfectamente ridículo, una especie de punto y coma, vampiresa de 3 kilos"; reduciéndola a una anomalía indeseada en su biografía.
¿Cómo es posible que alguien que escribió sobre la belleza de las cosas simples y la compasión humana no tuviera ninguna piedad por su propia sangre?
Este abandono fue físico, emocional y simbólico
El mismo hombre que dedicó versos a sus amantes y a su país, no tuvo ni una línea de amor para su hija enferma.
Prefirió borrar su existencia antes que enfrentarse a la realidad de una niña frágil que no encajaba en su mundo de metáforas y pasiones grandiosas.