Es García Luna estratega de Harfuch y López Obrador lo sabe
A las pocas semanas de que asumiera Omar García Harfuch como secretario de Seguridad Ciudadana en el gobierno de Claudia Sheinbaum, 4 de octubre de 2019, López Obrador se enteró, a través del general Audomaro Martínez Zapata, director del Centro Nacional de Inteligencia, y de Ernestina Godoy Ramos, exfiscal de la CDMX, que éste tenía comunicación telefónica constante con Genaro García Luna.
Tanto el tabasqueño como Sheinbaum guardaron silencio y siguieron atizando al exsecretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón para golpearlo políticamente y envenenar el alma de los mexicanos que los siguen.
García Luna, preso desde 2019 por sus vínculos con el cartel de Sinaloa, en el Centro de Detención Metropolitana de Brooklyn, Nueva York, fue la pieza perfecta para perseguir al panista Calderón, a quien no le perdonan haberle quitado la presidencia de la República en 2006.
Durante estos años, López Obrador evitó cualquier contacto con Omar García Harfuch por ser nombrado por varios periodistas, entre ellos, Anabel Hernández, como uno de los responsables de la desaparición de los jóvenes estudiantes de la escuela rural Isidro Burgos, en Ayotzinapa, Guerrero.
Todo era un show como los que acostumbra a hacer el señor de los “abrazos y no balazos”
Ya en el ocaso de su gestión como presidente de México, López Obrador mandó llamar a Omar García Harfuch, a quien su heredera en el trono, lo había anunciado como su secretario de Seguridad Ciudadana a partir del 1 de octubre cuando inicie su gobierno.
Para callar a propios y extraños, el hijo de la actriz María Sorté, subió el 7 de agosto en su red social X, la fotografía de él con el tabasqueño con una breve leyenda: “Gracias Sr presidente López Obrador”.
Pero…¿Qué sucedió antes de tomarse la foto?
Primero cenaron en el departamento que todavía habita el tabasqueño en Palacio Nacional, donde le hizo todo un análisis genealógico de su familia, desde su abuelo Marcelino García Barragán, su padre Javier García Paniagua y sus acciones como priistas destacados y controversiales en la historia política de nuestro país.
No olvidó soltarle la matanza en 1968, de universitarios en Tlatelolco.
Ya en el despacho presidencial hablaron de muchas cosas, en este artículo me voy a detener sólo en Genaro García Luna, el exjefe de Harfuch y amiguísimo de Luis Cárdenas Palomino, también preso en nuestro país por nexos también con el cartel de Sinaloa.
En la secrecía del despacho presidencial, López Obrador le confesó a Harfuch tener conocimiento de que mantenía comunicación telefónica con Genaro García Luna, quien, de acuerdo con mi fuente muy cercana al que será, irónicamente, el secretario de Seguridad Ciudadana de Sheinbaum, no lo negó, al contrario, le explicó que gracias a los consejos de su exjefe es que había mantenido en paz la Ciudad de México.
Y fue más allá, quizá pensando que el hombre que tenía de frente, el más poderoso y popular entre una gran mayoría de mexicanos, estaba enterado de sus movimientos.
La comunicación con Genaro García Luna la tenía a través de su esposa, Linda Cristina Pereyra, quien se encargaba de pasarle el teléfono al expolicía federal para crearle a su alumno toda la estrategia de seguridad, primero para la CDMX, ahora para el país:
Crear de nuevo la Policía Federal y dejar que la Guardia Nacional vigile carreteras por donde pasan la droga los narcotraficantes.
Omar García Harfuch le mostró entonces a López Obrador documentos sobre los puntos donde están los laboratorios de fentanilo.
Y luego niegan tener relaciones con los capos de la droga, diría mi abuela.
El caso es que el próximo secretario de Seguridad Ciudadana de Sheinbaum reconoció, de una vez, que además de las llamadas al popular García Luna, veía a su esposa e hijos en la casa de las Lomas de Chapultepec, donde checan la estrategia jurídica de Genaro.
El joven policía que aparece en el libro La Historia Secreta de Anabel Hernández no ha dejado en el desamparo a su compañero Luis Cárdenas Palomino.
Seguido, me dijo mi fuente, envía a colaboradores a la cárcel para llevarle mensajes muy prometedores ahora que sea el que mande en materia de seguridad.
Por esta razón fue que López Obrador le encargó que de manera personal le informara todo lo concerniente al “Mayo Zambada” y a Genaro García Luna, quien preso y a distancia sigue manejando la seguridad en los tiempos del tabasqueño y próximamente de Claudia Sheinbaum.