Fragmentos de la Mujer

Hace unos días vi "Fragmentos de Mujer", una película que yo pensé estaría nominada. Trata sobre una mujer que decide casarse con un "red neck", muy por abajo de su estatus social y está embarazada de su primer hijo.

Ellos deciden o más bien, ella impone su voluntad al querer dar a luz en su casa con una dula, algo que siempre ha existido, de hecho, yo vine al mundo así, y al final fue mi padre con un médico que acabaron entre los dos trayéndome al mundo.

Parteras siempre ha habido desde que el hombre pobló la tierra como homo sapiens. No sé si entre los animales se ayuden a traer sus críos al mundo. Quizás sí, los pingüinos y otras especies cuidan lo huevos.

Regresando a la película antes mencionada, esto es una forma natural sin potajes o cocktails que aminoren el dolor en agua o en su propia cama. Por cierto, a la Reina Victoria se le criticó mucho, pues con su última hija le dieron éter. 

La ciencia está tan avanzada, que la cita bíblica "parirás a tus hijos con dolor “ está olvidada y nadie queremos sufrir de esa forma al traer a un hijo al mundo.

Aunque aún así es muy doloroso, más difícil será educarlos para que después se tornen tus jueces. Como dice Oscar Wilde: "Los hijos se tornan en tus peores jueces".

El poeta británico y amoroso, Rudyard Keapling, dice que debe uno dar amor sin cobrar intereses, “nunca en mis afanes por verte contento he trazado signos de tanto por ciento". "Quiero que comprendas que nada me debes, soy ahora el padre y tengo los deberes". 

Pues aún así, la chica decide tenerla en su casa con su marido y la dula. La niña nace atropelladamente y después muere, pues la persona que va a atenderla no era con la que ella había acordado el parto, mandando una ayudante que junto con el marido, un hombre primitivo, tardan en llamar una ambulancia. Ella se salva, bueno en realidad no les estoy vendiendo trama sino tratando de analizar su pena.


La madre, la magnífica actriz Ellen Burstyn, le ruega que demande a la partera, y sabiendo que la pareja es un Playboy, sabe que se involucrará con la abogada demostrando así quién es. La madre entiende a su hija mejor que nadie, y viene el perdón, que es lo que nos hace vivir sin angustia, sin embargo, la mujeres no perdonamos que se nos fragmente y menos ahora que despertamos, luchamos, hablamos, y estamos preparadas para imponer en el mundo un nuevo orden. 

La película me llamó mucho la atención, pues la productora ejecutiva es Ashley Levinson de Rapport, sobrina mía, y por cierto, me da mucho gusto que esté siguiendo la carrera de su padre Barry Levinson (Rain Man, Wag the Dog, etc.) 

Por cierto, aquí en Monterrey, hay una ÚNICA, maravillosa y bella dula llamada Elizabeth Cholow, a quien tengo el gusto de conocer y admirar por esta hermosa labor.

No a la violencia doméstica, no al feminicidio, y sí a la igualdad, las pintas se limpian, pero la vida no regresa y el abuso sexual destruye una vida.


¡Somos el grito de las que ya no están!
Sonya Garza Rapport

Lic. en Medios Masivos, nacida en Monterrey, N.L. Sub-Secretaria de Cultura del Estado. Escritora de diferentes libros (Eterna Disyuntiva). Doctorado Honoris Causa en Literatura.