Galindo y el Teatro de la Reconstrucción

Dio vuelta la camioneta a la derecha y al llegar por la calle Gonzalitos, se enfiló hacia Casa Musa. Ya los guardias esperaban a los invitados y pudimos fácilmente descender de vehículo, un jarrón de narcisos nos esperaba en la entrada.

El grupo de actores y productores que usualmente participan en la funciones allí se encontraban. El sueño de un actor, escritor y empresario se había tornado realidad, su casa, su oficina, su teatro para 50 personas, su foyer para la copa de vino, en donde se saluda y se conoce a los actores.

También cuenta con su bodega para el vestuario y los vestidores, pero lo más hermoso, era la piscina con su terraza y alrededores, en donde ya la luna se reflejaba, y el escacharrar de las cigarras que nos arrullaba sonando como cuando el martilleo de un albañil trasnochado, no ha terminado su tarea.

Nadie en Monterrey que haya tenido ese sueño lo ha llevado a cabo, quizás cuando éramos niños y las funciones se llevaban a cabo en los garages con los vestidores en la parte trasera de un jardín, lo demás es fantasía. 

Hernán Galindo la convirtió en realidad, allí estuvimos en la presentación de su libro "Teatro de la Reconstrucción", un libro magnífico que parte de tres momentos de nuestra historia. "La Enmascarada" escultora Ane Coleman; durante la Gran Guerra en el aquí y el ahora, el asesinato del grupo de cumbia Kombo Colombia, y en la sangrienta e inútil Guerra Civil de Franco, los últimos momentos del gran García Lorca.

Lupita Treviño en el escritorio con su maravillosa voz y sonrisa nos recibió y dio una breve explicación. Acto seguido, las dos hermosas Claudias, Marín y Rosario, ambas luciendo como vestales griegas en negro y blanco recorrieron el borde de la piscina que parecía modelada para ellas al regalarnos un trozo de "La Enmascarada".

Después, el maestro de maestros dio voz a un hombre viejo y cansado de las injusticias del mundo y la autoridades con esos tonos de voz cambiante y palabras altisonantes que solo en este gran maestro surgen de su garganta como perlas encendidas de cólera en Kombo Kolombia. 

Por último, a tono Craviotto subió, y con su atril leyó las magníficas frases de un García Lorca que sabe que tiene las horas contadas; nadie como Craviotto para dar énfasis a esas frases del poeta granadino de angustia, actor que sigue a los grandes que han partido.

Para terminar y “no vender trama" como dicen en el teatro, Galindo agradeció la presencia de la dramaturga Estela Leñero y del director Ricardo Marcos, de Arte y Cultura.

No dejaremos solos a los productores que como Galindo, se la han rifado sin apoyo oficial, pues solamente la UANL fue la institución que editó su libro.

¡Felicidades!