¿Hay eternos retornos en los ciclos históricos?
Durante este cuarto de siglo, caracterizado por la presencia de la inseguridad, guerras, crisis económicas, de salud y alimentaria, el proceso normal de cambio parece haber adquirido una magnitud y una velocidad abrumadora.
Con toda objetividad y verdad, hemos sido testigos de las transformaciones sociales y tecnológicas, que son las más extraordinarias de los últimos siglos. ¿Se repite la historia?
El estudio de estos ciclos no solo nos ofrece una ventana al pasado, sino que también proporciona herramientas valiosas para navegar por los desafíos del presente y del futuro.
La historia, a menudo considerada una serie de eventos aislados, se revela en su esencia como un continuo donde los ciclos se entrelazan y se retroalimentan, creando un dinámico vitral de experiencia humana.
Con esta visión y expectativa, nos volvemos más conscientes de nuestras acciones y decisiones, dándonos la oportunidad de trabajar en equilibrio con los ciclos de la vida.
En nuestros tiempos por toda la faz de la tierra por la vía de la legalidad o la fuerza se convierten en líderes indiscutibles y algunos en dictadores, como hace casi 100 años (Stalin, Mussolini, Hitler por solo citar algunos).
Donde los corderos habían elegido a su propio carnicero y, en los Parlamentos, el órgano de control del poder, se los le entregaron, dándole el cuchillo con el que degollarlos (Hitler y Mussolini les habían dicho claramente que lo harían).
Fue la estupidez de las poblaciones lo que las llevó a desastre, colapso, miseria, tragedia, destrucción, en fin, fue una catástrofe, ya que la Segunda Guerra Mundial es reconocida como el enfrentamiento más sangriento en la historia de la humanidad.
En solo seis años, murieron más de 50 millones de personas.
Repetiremos como las generaciones posteriores a la segunda guerra mundial que se preguntaron:
¿Cuál fue la causa de esta increíble locura?
La identidad romántica de pasadas glorias imperiales alemanas, unida a su obediencia ciega a la autoridad del estado, dieron pie al inicio a un sistema inhumano que dio inicio a una Guerra Mundial.
La Segunda Guerra Mundial se desarrolló principalmente en tres escenarios:
- Europa.
- Norte de África.
- Asia oriental y el Pacífico.
Comprender, entender nuestro pasado nos ayuda a comprender el presente y futuro.
Hoy estamos repitiendo la historia, en la obediencia y en la sustitución de la realidad por la fantasía. Los líderes ofrecen hoy dos cosas:
Grandeza económica, y fantasías imperiales.
Y hoy donde se dan crisis constantes y crecientes Europa, el norte de África, Asia oriental Pacífico y América.
Una gran nebulosa enrarece el escenario mundial; la incertidumbre se apodera de los espacios económicos, políticos y sociales.
La ruptura y el desencuentro parecen ser los factores dominantes en la dinámica realidad Mundial.
En su obra "La gaya ciencia", Nietzsche plantea que no sólo son los acontecimientos los que se repiten, sino también los pensamientos, sentimientos e ideas, vez tras vez, en una repetición infinita e incansable.
Esta opinión no la compartimos, estamos con la visión de Polibio Giambattista Vico o Maquiavelo, que tienen la idea de ciclos que se van perfeccionando, retornando eternamente, para rectificar, hasta alcanzar la forma perfecta tras muchas fases erróneas.
Nuestra hipótesis es que las oscilaciones de las formas y estilos del poder en la historia de la política pudieran estar influidas por ciclos de distinta naturaleza: económicos, climáticos, generacionales, religiosos, tecnológicos.
Y deseamos y trabajaremos para que sean la base para construir una sociedad más humanista.
En la actualidad se esta cambiando realidad por la fantasía, los líderes ofrecen hoy Shows constantes, y nos prometen: abundancia económica y fantasías de ser los mas poderosos.
Por eso hay crisis constantes y crecientes Europa, el norte de África, Asia oriental Pacífico y América.
Una gran nebulosa enrarece el escenario mundial, la incertidumbre se apodera de los espacios económicos, políticos y sociales.
La ruptura y el desencuentro parecen ser los factores dominantes en la dinámica realidad Mundial.
Día con día se abren nuevos frentes que incentivan la complejidad, catalizada por intereses, aspiraciones y ambiciones personales y de grupo de poder opuestos en los máximos niveles de decisión que apuntan a la polarización tanto dentro de los países, como entre el escenario mundial.
“Debemos aceptar la decepción finita, pero nunca perder la esperanza infinita”, dijo Martin Luther King, Jr.
Personalmente y otros tenemos una visión diferente.
Al grito desesperado del sálvese quien pueda, convocamos a ir juntos a encender la chispa que se convierta en la llama de la esperanza de una sociedad humanista y en comunidad, encontrar una de configuración humana del vivir en paz y en sociedad.
De lo contrario, seguiremos oscilando entre la credulidad ilusionada y la decepción frustrante, o peor, entre el principismo dogmático que conduce al "terrorismo de la virtud" y el cinismo pragmático de principios o normas convencieras, o la destrucción masiva de una 3era guerra.
Esta humanidad aun con sus errores, perdurará como ha perdurado, rectificará, revivirá y prosperará, permítasenos ratificar nuestra convicción de que en que lo único que tenemos que temer es al temor; un temor desconocido, irrazonable, injustificado, que paraliza los esfuerzos y acciones necesarios para convertir la rectificación de los errores, de convertir nuestras acciones en avances para tener una sociedad humanista.