365 días

Ir a dar gracias a la casa de Dios

Ciro Gómez Leyva DETONA: El 24 de diciembre, en la Feria de San Mateo, la fiesta de Chilpancingo, asesinaron cerca de la casa de Dios al presidente del patronato.

Nieto de abuelos de la zona de Tixtla, Chilapa y Chilpancingo, hay palabras que me son naturales:

  • Tlacololeros.
  • Diablitos.
  • Teopancalaquis.

Esta última ligada a las fiestas de Navidad: rituales, danzantes y ofrendas para agradecer los favores del año.

Ahora sé que el significado en náhuatl es “ir a la casa de Dios”.

Lo sé porque el martes, 24 de diciembre, en el teopancalaquis de la Feria de San Mateo, la fiesta de Chilpancingo, asesinaron cerca de la casa de Dios al presidente del patronato, Martín Roberto Ramírez
Fiel a su costumbre, la gobernadora Evelyn Salgado escribió en las redes que era un crimen “inadmisible”.
  • Pero inadmisible para ella fue la masacre de once personas en esa ciudad capital a principio de noviembre.
  • O la decapitación del alcalde Alejandro Arcos, a principio de octubre.
  • O reconocer que uno de los supuestos autores intelectuales de ese crimen fue el hace no tanto jefe de la Unidad de Delitos Graves de la Fiscalía estatal.

Inadmisible es lo que ha ocurrido en Chilpancingo y en Guerrero, territorios que el gobierno de ella no parece gobernar, porque nada resuelve y es incapaz de cuidar siquiera al cuidador de añejas tradiciones, como la de ir a dar las gracias a la casa de Dios.

Ciro Gómez Leyva

Ciro Gómez Leyva es uno de los analistas más destacados de México. Ganó en 2023 el Premio de Comunicación que otorga la Fundación “José Pagés Llergo”.  Su valentía lo puso en la mira del poder debido a su no dependencia del gobierno. Ha sufrido presiones de todo tipo y en su nueva faceta, iniciará el próximo año un proyecto televisivo diferente. Por lo pronto, vuelve a las andadas: a escribir. Aquí lo tenemos, en Detona, expresión del periodismo libre de México, que -dicho sea de paso- ganó el premio al mejor medio digital de 2023, en la misma ceremonia que lo obtuvo Ciro. ¡Bienvenido!