La Habitación de a Lado (The Room Next Door/ EUA, España/ 2024)
La Habitación de a Lado es la historia de dos amigas que vuelven a reunirse después años de no verse, pero bajo la tragedia de que la unión es por la enfermedad que ha condenado a muerte a una de ellas
Ingrid y Martha (Julianne Moore y Tilda Swinton) viven días de reencuentro, reflexión y de reanudar su amistad que como en muchos casos sucede porque la cercanía comienza a ser distanciada por el destino que se interpone.
El director español Pedro Almodóvar en su segundo filme en inglés, precedido por su anterior esfuerzo, el cortometraje La Extraña Forma de Vida, se esmera en sacar esos detallitos de las personas que les da la chispa de la vida.
Ver a Julianne Moore y Tilda Swinton en pantalla es un deleite por la tremenda actuación que ofrecen
Una como Ingrid que tiene aún mucho por vivir y Martha que es todo lo opuesto, pero su deseo es morir por su propia mano con una amiga cerca de ella.
Interesante ver a Almodóvar dirigir en inglés un drama que la verdad hubiera quedado mejor en español (se sintió igual con "La Extraña Forma de Vida") donde hay algo en la ironía de los parlamentos pensados en español y que se pierde mucho en la traducción.
Pero la película no deja de ser una tragedia, con la vida de dos amigas reunidas de nueva cuenta bajo circunstancias extraordinarias donde ambas tratan enmendar esa separación que las alejó por años.
Almodóvar es algo repetitivo con el tema, acentuado esa repetición con la expareja de Ingrid (John Turturro) y algo chocante con los amantes gays, el corresponsal de guerra y el fraile carmelita, forzado a morir.
Pero la idea es el intimismo y que sienten sus personajes y ahí no falla
Igual que en la española "Mar Adentro" (con Javier Bardem, del 2004) donde se trata de poder morir con dignidad cuando uno escoja, no como le quieran imponer a como dicta ya sea socialmente o lo que diga la religión.
Es buscar morir bien, prolongar inútilmente la vida en base a sufrir aún mas de los estragos de la enfermedad
Simplemente aceptar, que todos acepten ese “ya no quiere vivir”.
Es mejor ser espectadores, apoyar y entender que no se puede hacer nada si se está muriendo y puede ser el caso que la vida termina para uno y tal vez el que se queda puede en algo arreglar lo que quedó sin terminar.