Patética abyección del PT y el PVEM
Les platico hoy del rojo y mañana del verde. ¿Arre? ¡Arre!
PT, el de Beto Anaya
Partiendo de sus dueños y hasta el último de sus candidatos, el PT es un préstamo de Beto Anaya y su esposa Lupe Rodríguez, a López Obrador, para lo que se le ofrezca, con tal de salvar su registro.
Antes hicieron lo mismo con el PRI, luego con el PRD y también con el PAN.
Beto Anaya es otra vez senador y su esposa, otra vez diputada local en NL.
Ambos no saben hacer otra cosa que traicionar a ideales y personas.
Historia:
El PT fue fundado en 1990 como partido político, por Carlos Salinas de Gortari a la mitad de su sexenio, para dividir a la izquierda mexicana.
Se fijó en la cepa de Anaya, quien traicionó a sus compañeros de lucha, Héctor Camero Haro e Ignacio Stainess, fundadores del predio "Tierra y Libertad" años antes, en tierras de las cuales se apropiaron en las faldas del Cerro Topo Chico, en Monterrey.
Esa historia es una colección de bajezas y vilezas de Anaya, que conté a mis lectores el 2 de junio de 2022.
Ingresos:
Según datos que obtuve del INE -antes de la toma de ese organismo por Morena, a través de Guadalupe Taddei- el PT obtuvo financiamientos públicos por más de $5,000 millones, entre 1997 y 2017.
En 2018 se embolsó otros $118.4 millones como prerrogativas legales.
De 2019 a mayo de 2024 ha recibido canonjías de la Federación y gobiernos estatales, por $4,163 millones para manejar los centros educativos infantiles CENDIS, en la mira de la FGR, que investigó a la esposa de Beto Anaya y a otros líderes del PT por lavado de dinero.
Al inicio de Samuel García como gobernador de NL, Lupe Rodríguez fue "exonerada" de esos cargos, pero a través de mis confiables contactos dentro de la dependencia que todavía dirige Alejandro Gertz Manero, sé que los expedientes están en "hold" desde poco antes de las elecciones en el EdoMex, cuando el candidato del PT reculó en favor de Delfina Gómez, la actual gobernadora de esa entidad.
Con Beto Anaya y su esposa, el gobierno de Morena hace lo mismo que con los Yunes: amenazarlos con revivirles sus expedientes, si no hacen lo que se les pide
Esa es una de las razones detrás del discurso abyecto de Beto Anaya desde la tribuna del Senado, cuando dijo que la aprobación de las reformas constitucionales contra el poder judicial, son para cumplirle a AMLO.
Se le olvida a ese arrastrado con fuero, que a quien hay que cumplirle es al ciudadano.
Pero como Beto no ha ganado una sola elección desde hace 25 años en que ha brincado de una diputación a una senaduría y viceversa, le valen madre los ciudadanos, pues a quien él sirve es al presidente en turno, sea del partido que éste sea.
A sus desvencijados 79 años, ahí sigue, espolvoreando miserias mentales con olor a alcanfor, en cuanto curul se le pone en frente.
En forma descarada ha construido un estilo de vida, junto a su familia, financiado por el erario.
Es un oportunista sin escrúpulos, cuya biografía política es mucho más que una caricatura de su vida.
Es la de un izquierdista maoísta que salió de la nada.
Es un invento de Raúl Salinas de Gortari desde los años 70, que se convirtió luego en marioneta de Carlos -el ex presidente- con quien mantiene una relación personal, fluida y cercana, a pesar de la supuesta animadversión que AMLO le tiene al "innombrable".
Luis Echeverría estimuló y financió la creación de una izquierda social en México que luego tomó AMLO como causa de lucha por los pobres.
El primer jefe político de López Obrador fue Ignacio Ovalle, quien fuera secretario particular de Echeverría.
Andrés Manuel lo nombró director de Segalmex, de donde salió para reubicarlo como sub secretario de Gobernación, al descubrirse el fraude por $19,000 millones del cual Ovalle sigue siendo señalado como responsable.
Anaya forma parte de una izquierda que en los años 70 repudió el uso de las armas y optó por los cauces políticos para sobrevivir.
El núcleo de esta "izquierda pacífica" surgió en la Facultad de Economía de la UNAM, de la mano de Hugo Andrés Araujo, Gustavo Gordillo y Rolando Cordera, bajo el liderazgo de Adolfo Orive, que llegó a ocupar la coordinación del PT en la Asamblea Legislativa de la CDMX.
Orive fue guía ideológico de movimientos populares y armados, como "Tierra y Libertad" en Monterrey y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, en Chiapas.
Lean su impresionante CV académico:
- Ingeniero civil en la UNAM.
- Doctorado en Economía por la Universidad de París.
- Postdoctorado en Economía Keynesiana en la Universidad de Cambridge.
- Doctorado en ciencias políticas y sociales en la UNAM.
"Cualquier cosita mejor preparado que Anaya", quien coincidió en la UNAM con los que iniciaron el camino al poder: Carlos y Raúl Salinas de Gortari, Manuel Camacho Solís, Emilio Lozoya, entre otros.
La carrera política de Anaya debió de haber terminado a principios de los 90, cuando dejó de recibir apoyo de los presidentes que no comulgaban con las ideas de la izquierda social.
De hecho, Ernesto Zedillo nunca comulgó con los movimientos izquierdistas.
Incluso rompió lazos con los líderes de esa corriente, no solo por definición ideológica sino también por desinterés -vulgo- hueva.
Paradójicamente, Zedillo fue quien le dio oxígeno y viabilidad política a López Obrador, cuando obligó al PRI a no impugnar su candidatura a la jefatura de gobierno del Distrito Federal en el año 2000, pese a que el tabasqueño violó la ley electoral, por carecer de residencia en la Capital.
El resto ya es historia.
De ese momento surgió el que está a unos días de dejar el poder en manos de su pupila. Ajá.
Por eso, López Obrador endereza sus ataques contra Fox, Calderón, muy tímidamente contra Peña Nieto, pero a Zedillo no lo toca ni con el pétalo de un pronunciamiento.
Ahora ya sabes, estimado lector, la razón de esto.
Cajón de Sartre:
- Para dimensionar el arrastramiento, la vileza de Beto Anaya y de sus correligionarios en el PT, había que darle un vistazo a su historial.
- Mañana haré lo mismo con el PVEM, si el Dios de Espinoza no dispone otra cosa.
- Consecuentemente habrá cambio de colores, no sin antes recordar el silencio cómplice de Samuel García y Miguel Treviño de Hoyos, ante el terror vivido por un técnico de los Jonas Brothers, durante su estancia en un hotel de postín -el Live Aqua- de San Pedro Garza García.
- Por supuesto, todo esto sin faltar el Incomparable Iván.